Aunque existan matices propiamente jerezanos, los cantes de Jerez, más que unas características netamente comarcales, tienen las que les imprimieron sus más famosos interpretes. Son cantes de creadores, de ahí su riqueza estilística y sus muchas vertientes en cada estilo.
Intentando retroceder al máximo posible en el tiempo, nos encontramos una lista impresionante de creadores, a Tío Luís el de la Juliana se le atribuía la creación de varias Tonás: la toná-liviana, la toná grande, la toná del Cristo y la de los pajaritos. Después de él, o quizás contemporáneos, crearon sus Tonás, Tío Luís El Cautivo, Tía María La Jaca, Tío Vicente Macarrón, todos ellos gitanos jerezanos del siglo XVIII. Los anales históricos del flamenco registran además otros nombres de flamencos jerezanos coetáneos. Estas figuras legendarias forjaron las formas y entonaciones cantaoras de Jerez, que luego perfilaron y difundieron sus descendientes y sucesores, creando una serie de de cantes - escuelas en realidad - que han perdurado a lo largo de los años y que hoy continúan vigentes.
Toná Grande de Tío Luís el de la Juliana
Yo soy como aquel buen viejo
Que está en medio del camino.
Yo no me meto con nadie,
Nadie se meta conmigo.
Yo soy como aquel buen viejo
Que está en medio del camino.
Yo no me meto con nadie,
Nadie se meta conmigo.
Toná del Cristo de Tío Luís el de la Juliana
Oh Pare de almas
Y ministro de Cristo
Y tronco de nuestra Madre Iglesia Santa
Y árbol del Paraíso.
Oh Pare de almas
Y ministro de Cristo
Y tronco de nuestra Madre Iglesia Santa
Y árbol del Paraíso.
Tonás de Juanelo
Ya nadie tiene fatigas,
Que todas las tengo yo,
Que tengo una losa negra
Dentro de mi corazón.
Por Dios te pio gitano,
Por la salú de tu mare,
Lo que tú has jecho conmigo,
No se lo igas a nadie.
Martinete del Señor Manuel Molina
¿A qué pegarme estos palos,
Qué daño te he jecho yo?
Que me he quedaito dormio
Y el sueño rinde al león.
Ya nadie tiene fatigas,
Que todas las tengo yo,
Que tengo una losa negra
Dentro de mi corazón.
Por Dios te pio gitano,
Por la salú de tu mare,
Lo que tú has jecho conmigo,
No se lo igas a nadie.
Martinete del Señor Manuel Molina
¿A qué pegarme estos palos,
Qué daño te he jecho yo?
Que me he quedaito dormio
Y el sueño rinde al león.
"Para empezar, algunos de los cantaores que marcaron escuela con su propio estilo y que hoy son fuentes para aprender, no directamente de ellos, claro está, pero sí de aquellos que le precedieron y nos transmitieron el cante tal y como se transmitió por tradición oral".
Manuel Molina (1822-1879), también llamado el señor Manuel Molina, en razón a su acomodada posición económica y social. Fue una persona muy respetada y, además de gran cantaor, fue mecenas para toda aquella manifestación de cante flamenco. Las siguiriyas de Manuel Molina se conocen actualmente por medio de las versiones que de ellas hicieron Antonio Chacón, Manuel Torre, Pastora Pavón...Se le atribuyen, entre otras las siguiriyas siguientes:
Siempre por los rincones
te encuentro llorando,
que yo no tenga
libertad en mi vida
si te doy mal pago.
Camisita en un año
no me he de poner,
hasta no verme
con mi compañerita
juntito otra vez.
juntito otra vez.
Dicen que duermes sola
mienten como hay Dios
porque de noche con el pensamiento
dormimos los dos.
Esta última siempre se ha considerado creación de Manuel Molina. No obstante, Pepe el de la Matrona se la atribuye a Curro Dulce.
El Loco Mateo (Mateo Lasera).- El sobrenombre fue debido a sus desequilibrios temperamentales. No obstante su vida artística se desarrolló plenamente en los cafés cantantes de la época. Se le atribuyen las siguientes siguiriyas:
En aquel rinconcito
dejarme llorar
que se me ha muerto la mare de mi alma
y no la veo más.
Oleaita, mare, de los mares
qué fuerte venéis
se habéis llevao
se habéis llevao
a la mare de mi alma y no me la traéis.
Y también se le atribuyen como suyas las siguientes cabales:
Los moritos iban a caballo
los cristianos a pié
como ganaron la casita Santa de Jerusalén.
Desde la Porverita
hasta Santiago
las fatiguitas, mare, de la muerte
me se arrodearon.
me se arrodearon.
Paco la Luz (Francisco de Paula Valentín Soto). 1839-1914. Su cante, al parecer fue divulgado por su hija María La Serrana, que fue una gran cantaora profesional, e incluso dejó algunas grabaciones realizadas en 1909. Se le atribuye la siguiente siguiriya de cambio.
Dolores Dolores mía
en un laito de mi corazón
te llevo metía.
José de Paula (José Maria Sebastián Soto Vega). 1871-1955.- Durante muchos años trabajó en cortijos del término de Jerez como manijero. Muchos de los cantaores que grabaron su cante, como fueron Mojama, La Pirriñaca, Agujetas padre, Manuel Soto "Sordera"…, tuvieron la oportunidad de oírlo en interpretaciones personales del propio creador. El Marrurro (Antonio Monje).- Se le atribuye la siguiente siguiriya.
Si acaso me muero
pago con la vida
y no sabía ningún cirujano
del mal que moría.
del mal que moría.
Esta siguiriya, según Lefranc, se atribuyó a veces a Antonio el Marrurro (que alguna vez compartió la escena con Silverio) y , con mucha más frecuencia se le atribuye a Diego El Marrurro, nacido en 1850 y muerto en 1920, a quién conoció Chacón y de quién grabó este cante en 1913". Según el escritor francés es la siguiriya más patética del repertorio de Jerez.
Joaquín La Cherna (Joaquín Loreto Vargas) Nació en 1843. Se ha dicho que su cante por este palo está ligado al de El Marrurro y al de Paco la Luz. Lo que sí es cierto es que su sobrino, Manuel Torre, hizo versiones de la siguiriya de Joaquín La Cherna. Juan Junquera. Nacido a mediados del siglo XIX, de raza gitana, cantaor de profesión y empresario de espectáculos y de cafés cantantes. Según Lefranc el cambio por siguiriyas que se atribuye a Junquera "fue creado para sustituir o rejuvenecer el cante de María Borrico, en su función principal de cante de remate, mayormente de serranas". Juanichi El Manijero o Antonio Frijones. Existe la duda en cuanto a la atribución de este cante, que se inicia habitualmente por "Comparito mio cuco". Ambos cantaores eran amigos. Parece que fue Antonio Frijones el creador y Juanichi (Juan Fernández Carrasco) el que contribuyó a transmitirlo. Siguiriya relativamente reciente a la que se denomina cante del cuco. Es famosa, dentro de las siguiriyas, una variante muy peculiar que se ejecuta como remate o final de este cante. Nos referimos a las "cabales", que es una forma de siguiriyas de cambio. En palabras de Blas Vega su interpretación "es un alarde de saber cantar, por las dificultades que tiene su interpretación, pues del tono en que se está cantando hay que pasar a su dominante y hacer todos los tercios del canta apoyados en él". Se atribuye la creación del cante por "cabales" a El Fillo, siendo posteriormente su gran divulgador Siverio Franconetti. No podíamos terminar nuestro comentario sobre la siguiriya y, en particular, en todo aquello que se refiere a sus creadores, sin citar a aquellas figuras que, sin atribuírsele el mérito creativo en sí, hicieron mucho por engrandecer este palo, tan básico dentro del flamenco.
Nos referimos a todos aquellos artistas que han recreado este cante, imponiéndole su propia personalidad, o aquellos cuya labor ha sido situar la siguiriya en sus justos términos, conservándolas respetando la forma que la imprimieron sus creadores. Y así tenemos a Manuel Torre, al que se ha considerado el más grande siguiriyero de todos los tiempos, palo en el que, según Molina y Mairena, introdujo "una revolución porque nadie antes de él la cantó con voz natural (voz de pecho), ni con su grandeza y pasión. Junto a esta figura mítica tenemos la serena maestría de D. Antonio Chacón, que tanto hizo, no solo por la siguiriya sino por todos los variadísimos palos que interpretó. Su personalidad artística fue muy distinta a la de Torre, pues si Chacón fue la perfección continua Manuel Torre fue el genio intermitente. Y junto a ellos tantos y tantos nombres, cuyo gran mérito fue rescatar y afirmar los cantes que, de otra forma, hubiera sido muy difícil conservar: Pastora Pavón, su hermano Tomás, José el de la Matrona, Manuel Vallejo, Manolo Caracol, Antonio Mairena…
Nos referimos a todos aquellos artistas que han recreado este cante, imponiéndole su propia personalidad, o aquellos cuya labor ha sido situar la siguiriya en sus justos términos, conservándolas respetando la forma que la imprimieron sus creadores. Y así tenemos a Manuel Torre, al que se ha considerado el más grande siguiriyero de todos los tiempos, palo en el que, según Molina y Mairena, introdujo "una revolución porque nadie antes de él la cantó con voz natural (voz de pecho), ni con su grandeza y pasión. Junto a esta figura mítica tenemos la serena maestría de D. Antonio Chacón, que tanto hizo, no solo por la siguiriya sino por todos los variadísimos palos que interpretó. Su personalidad artística fue muy distinta a la de Torre, pues si Chacón fue la perfección continua Manuel Torre fue el genio intermitente. Y junto a ellos tantos y tantos nombres, cuyo gran mérito fue rescatar y afirmar los cantes que, de otra forma, hubiera sido muy difícil conservar: Pastora Pavón, su hermano Tomás, José el de la Matrona, Manuel Vallejo, Manolo Caracol, Antonio Mairena…
Curro Frijones nacido en la década de 1860, Francisco Antonio Vargas ("Frijoes" o "Curro Frijones") tuvo una fuerte personalidad y de su vida se cuentan numerosas anécdotas, quedando para la posteridad la imagen de un gitano extravagante. Avatares de su propia existencia los trasladó a su cante, como lo expresa la letra autobiográfica de una de sus soleares:
Me llamo Curro Frijones
y no me caso con La Farota
pa´ no echarme obligaciones.
Al parecer, al final se casó con La Farota. En su vida alternó con grandes figuras del cante en reuniones de cabales, y se dice que Chacón sentía una gran admiración por sus cantes.
Molina y Mairena , en su obra "Mundo y Formas del Cante Flamenco" se extiende sobre el estilo por soleares de esta figura jerezana: "La única soleá que creó Frijones es, desde luego, inconfundible. Es un cante corto, susceptible de ser interpretado de muchas maneras. Los que la oyeron al propio "Frijones", como Pastora Pavón y Aurelio Sellés, coinciden en que la versatilidad fue la característica del extraordinario solearero jerezano. En efecto, unas veces marcaba enormes pautas entre tercio y tercio, mientras que otras los ligaba de modo peculiarísimo, pues la principal característica de "Frijones", cantaor más corto que largo, fue la originalidad. Pero fuera cual fuese su modo de cantar, la esencia de su soleá es siempre la misma. Si cortaba los tercios, adornábalos como es costumbre en los cantantes alemanes, con una "s" terminal, viniese o no a cuento. Si los ligaba, intercalaba a guisa de eslabón marcados vibratos guturales destimbrados. Muy gitana y muy personal, la soleá de "Frijones" es, acaso, la más inconfundible. Tomás Pavón refundió a su manera el cantar de "Frijones", dotándolo de una grandeza que antes no poseyó, porque "Frijones", tanto en su soleá como en sus tangos, prefirió siempre sus estilos breves, escuetos y penetrantes. Por lo tanto la reelaboración de Tomás Pavón tiene tanto de variante personal de la soleá del maestro jerezano y en calidad de tal es justo estimarla." La versión de la soleá de "Frijones" divulgada por Tomás y Pastora Pavón fue incluida por Tomás en una grabación de 1950, con la letra siguiente:
Acuérdate cuando entonces
bajabas descalza a abrirme
y ahora tú no me conoces.
(NOTA: La transcripción de las letras es tal y como suena, no como debería escribirse).
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