Esas fotos eran de Alberto Romo, fotos de las que me quedé enamorado y hoy las tengo en mi casa por cortesía de este joven fotógrafo de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz.
Le conozco hace muchos años, en el año 2015 con su exposición de fotografías "Letras pal baile" en la Junta de Distrito de La Fortuna se le entregó la IV Distinción Flamenca Ángel Lacalle dentro de las actividades que se organizan entorno a la Silla de Oro.
Su calidad humana hacen de Alberto que sea una persona que pasa dejando huella pero sin ser percibida, pasa sigilosamente por tu vida pero te deja marca.
Su estilo fotográfico, esa capacidad de captar a los artistas en ese momento icónico rodeado de duende, permite a los buenos aficionados al mundo del flamenco y al mundo de la fotografía, disfrutar de instantes que pasan en un suspiro y que no volverán. Pero en el recuerdo podremos revivirlo mirando sus fotos.
Solo quiero agradecerte de corazón este inmenso regalo amigo.
Un abrazo flamenco.