lunes, 17 de diciembre de 2012

FESTIVAL DE CLAUSURA DE LAS XIX JORNADAS FLAMENCAS DE LA FORTUNA


Las XIX Jornadas Flamencas de la Fortuna, se han clausurado poniendo un broche de oro, con María del Mar Fernández y Toni el Pelao y la Uchi.
Con un lleno total en el Pabellón Deportivo Nueva Fortuna comenzó la noche, entregando la II Distinción Flamenca Ángel Lacalle de la mano de su hijo Héctor al cantaor Rafael Jiménez Falo.
La organización, del evento, valoró esta Distinción en la figura artística de Rafael Jiménez, por el afán innovador del cantaor, acorde con la finalidad de Ángel Lacalle. La forma cantaora y la calidad humana, así como la proyección artística de Falo, hicieron de él que este año se la haya hecho merecedor de la II Distinción Flamenca Ángel Lacalle.
Rafael Jiménez Falo, Tremendamente emocionado reconoció que en su carrera artística, este había sido el mejor homenaje, ya que recibir esta Distinción, para él era muy importante, no solo porque la primera la recibiera el Flamencólogo Manuel Ríos Ruíz, una institución en el flamenco, si no por la gran amistad que tuvo con Ángel Lacalle. Por ello dijo que llevaría a gala por los rincones del mundo esta Distinción.
Posteriormente la actuación de la gaditana María del Mar Fernández, una joven cantaora que ya tiene en el mercado su single, como anticipo del primer trabajo discográfico. María del Mar, puso una aire de frescura joven, en contrapunto a lo escuchado durante toda la semana. Soleá, alegrías, tangos, bulerías, granainas, formaron parte de un repertorio que no dejó indiferente a nadie. Reconoció que últimamente no se estaba dedicando al flamenco, sino más bien a la copla y que para ella, era un reto subirse al escenario y volver dar un recital de flamenco agradeciendo a la organización que se apostara por ella. La guitarra de José Carlos Gómez, productor de su disco y las palmas de Lorenzo Virseda y Miguel Tellez, pusieron al público en pie.
Tras un pequeño descanso de 10 minutos, dimos comienzo a las segunda parte.
Si en la primera fue juventud e innovación, en la segunda fue magisterio en las figuras de los maestros ya señeros de Toni el Pelao y la Uchi.
Solo había que verlos entrar en el escenario y acoplarse, mirar al público y con eso, solo con eso ya se llenaba el escenario.
Bulerías, alegrías, farrucas, fueron parte de un repertorio bailaor que nos trasladaba a la época de Zambra. Toni, con su traje de chaquetilla torera y la Uchi con su buen vestir y flor en el pelo dibujaron en el escenario un cuadro de época que en algunos momentos, se asemejaban a la escenografía que presidia el escenario.
Bailaron si artilugios, bailaron con duende, bailaron con la sabiduría y la sangre en vena de una dinastía flamenca madrileña que hoy ya se pierde, siendo su último artífice Toni.
No se puede cerrar mejor unas jornadas, Toni el Pelao y la Uchi, que junto al cante de Juañares y el Bocadillo y las guitarras de Luís Miguel Manzano y Juan Serrano hicieron las delicias del público asistente, quizás esto sea ya un hecho histórico para este festival.

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