Como ya señalé al comienzo
del festival flamenco Tío Luís, el de la Juliana, quiero hacer un pequeño
comentario de lo que este año hemos vivido.
Dar las gracias al Colegio
Mayor Universitario Isabel de España por su labro flamenca y por su apuesta por
el flamenco en estos tiempos difíciles para todo el mundo.
La velada flamenca del XIV
Festival “Tío Luís el de la Juliana se abría el martes día 24 con el cante de
Manuela Cordero y la guitarra de Antonio Carrión, Diego Montoya y Concha
Carrión pusieron el compás. Dejaron el listón muy alto la noche fue memorable,
Manuela cantón con expresión, con sentimiento, con fuerza, con dedicación. Sabe
moverse en los palos con solvencia y sabe poner ritmo y compás para acelerarnos
el corazón a los que estuvimos allí. Soleá, Malagueña, Alegrías, Tanguillos,
Bulerías, Peteneras… todo lo hizo bien.
No cabe duda que el
compendio Manuela Cordero y Antonio Carrión, o viceversa, garantizan un éxito.
El toque de Antonio es sin duda el complemento idóneo de esta cantaora, se compenetran
solo con la mirada, con un gesto, y ahí está él, dando el toque preciso.
Me quedo con esos aires de
Utrera en la bulería, con el Turronero y sus tercios ligados que Manuela supo
llevar a cabo.
Como es natural y cualquier
festival que se aprecie debe tener, hubo baile el segundo día. Vinieron y
trajeron un rinconcito de Sevilla a Madrid. Luís de Utrera y Laurasantamaría
con el cante de May Fernández e Inma Rivero y la guitarra de Tudela, pusieron
ese momento de esplendor joven en el escenario. Esos jóvenes a los que hay que
ir dándoles paso, para que este arte siga vivo.
Un primer pase por Soleá
bailado y estrenado por los dos en el Colegio Mayor de Universitario Isabel de
España pusieron la elegancia y el estilo mezclado con puro arte y pureza. Porque
ellos bailan puro. Por Tientos tangos, la sensualidad y el erotismo de Laura
moviéndose por el escenario, me transportaron al baile de la gente de Triana,
esa naturalidad nada frecuente hoy día, y que ella, ha sabido poner al servicio
del flamenco de nuevo, para disfrute de todo buen aficionado. No cabe duda que
si en el hombre la fuerza es su poder en el baile, la sensualidad femenina es
el arte en esencia del baile de mujer.
Luís, cerró la noche por alegrías con aromas de la bahía. Tiene porte, tiene presencia, tiene fuerza y rapidez, sabe mover los pies sabe transmitir, lo aprendido con lo personal de su arte. Cuando Luís baila pone el corazón y el sentimiento al servicio de su baile, al servicio del flamenco. Por eso es temperamental, por eso tiene duende, por eso baila con inspiración. Una carrera que hay que seguir.
Luís, cerró la noche por alegrías con aromas de la bahía. Tiene porte, tiene presencia, tiene fuerza y rapidez, sabe mover los pies sabe transmitir, lo aprendido con lo personal de su arte. Cuando Luís baila pone el corazón y el sentimiento al servicio de su baile, al servicio del flamenco. Por eso es temperamental, por eso tiene duende, por eso baila con inspiración. Una carrera que hay que seguir.
Miguel es culto, es un
hombre con mucha personalidad, mantiene una conversación fuera y dentro el
flamenco sabiendo estar, siendo respetuoso, pero eso sí, siempre con la verdad
por delante.
Me decía un amigo, que esa
noche, en el Isabel de España, se había hecho historia, y estoy de acuerdo,
puede convivir con Miguel un corto pero intenso trayecto en mi coche cuando le
recogí en Atocha para trasladarnos al Colegio. Miguel prudente hablaba conmigo
como si nos conociéramos de toda la vida.
Los ensayos en los camerinos
y en escenario posteriormente, antes de abrirse las puertas al público, ya
presagiaban una gran noche. Y así fue. Miguel con la guitarra de Antonio Moya,
las palmas de Juan Maya, Bandolero…. Pusieron presencia, estilo y arte, un arte
que traslada a cualquiera 40 o 50 años atrás.
La cultura flamenca que
recorre las venas de Miguel son el máximo exponente del arte con duende, del arte
con mayúsculas. Canta de pie, Zambra termina con Malagueñas, se sienta, Soleá,
Siguiriyas y Bulerías.
Por Soleá Utrera estuvo
presente, esos recuerdos de Fernanda de Utrera, de su dinastía cantaora con un
compás sorprendente, creciéndose en el escenario. Por siguiriyas hizo
estremecer hasta el corazón más duro, el modela la letra a sus forma, a su
momento de inspiración, según le viene a la cabeza la dice, la mete a compás y
para ello le ayuda su apoyo en el cante, Antonio Moya, excelente, sin palabras.
Y la bulería que la comenzó
sentado, a gusto, pero superando cada tercio, metiendo son, metiendo compás
hasta que no pudo más y se puso en pie. Elegante, altivo, estirpe de faraón,
pasitos de baile, como él sabe hacerlos, poniendo en vilo al público, despertando
aplausos con cada postura, con cada movimiento. Y cantó, vaya si cantó, como
los ángeles. Qué pena que se prodigue poco por Madrid.
Miguel vive uno de sus
mejores momentos. Por ello, por su arte y por su idiosincrasia flamenca se
merece el galardón recibido. El Premio Tío Luís el de La Juliana 2012, un
premio que para Miguel es importante, por su cultura y porque lo recibe de una
Universidad, pero para este Colegio, es un privilegio habérselo entregado a él,
y por supuesto un privilegio haberle abierto las puertas y el corazón de
Madrid.
Quiero dar las gracias a
Diego El Marquesito, que facilitó que Miguel pudiera venir a Madrid, sin duda
alguna creo que sin Diego esto no hubiera ocurrido. Gracias con el corazón en
la mano.
Y por último gracias a todos
los que han hecho posible estas veladas flamencas, a la Dirección del Colegio
Mayor Universitario Isabel de España, a D. Nicanor. Dª Pilar y a María Luisa Muñoz,
alma del festival desde sus comienzos. A la Asociación Cultural Flamenca Jondo
y a la empresa de sonido que ha sido excelente Creativa y la labor de
coordinación de Emilio. Y también como no, al personal de Colegio, que se
entregan en cada edición para que todo salga como se merece el evento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario