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Dulzura, expresión, sentimiento, emoción, relax,
tranquilidad, amargura, alegría, tristeza, pasión, todo unido para ofrecer un
espectáculo lleno de arte y de sensibilidad artística por parte de todos los
que estuvieron sobre el escenario.
No se puede expresar tanto, en poco tiempo, no se puede
resumir tantas emociones en tan corto espacio de tiempo, no se puede disfrutar
de tanto arte en tan poco espacio de tiempo.
La velada cargada de emoción puso al público en pie, un público
que supo captar los sentimientos que se desarrollaron sobre el escenario.
Las voces solemnes y poéticas de Charles Olsen y Lilián
Pallares, la elegancia del baile de Selene Muñoz y la excelente interpretación
llena de puro sentimiento del piano de Pablo Rubén Maldonado hicieron estremecer
las tablas y las paredes de la Sala Manuel de Falla de la Sociedad General de Autores.
Enhorabuena y suerte a todos.
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