DOS DESPLANTES DE LA UNIÓN

Olga Llorente y Jesús Fernández son dos grandes del baile, ella catalana, Jesús gaditano.

Dos puntos distantes de la geografía española unidos por el flamenco en pleno centro de Madrid en Las Tablas Nuevo Espacio Flamenco.

Grande Olga Llorente, bailaora de los pies a la cabeza, señorial y muy elegante, con un estilo propio nos bailó por soleá como debe bailarse de forma sobria, solemne y con enjundia.

La sabiduría y el conocimiento que tiene del baile, le aportan una seguridad en el escenario que se trasmite al público en cada movimiento.

Llora por soleá, "Vestida con mantos negros / piensa que el mundo es chiquito / y el corazón es inmenso / vestida con mantos negros," Perfectamente aplicable este poema de Lorca a la figura de Olga. Nos hizo vibrar, nos hizo sentir, nos transportó a otra época, a otras formas de hacer el baile, por que ella puede y por que ella sabe.

Igual nos ocurrió con el gaditano Jesús Fernández, nos deleitó por alegrías, unas alegrías que nos hizo cómplice del momento por que la siente de tal manera, la tiene tan interiorizada e, su cuerpo que las alegrías y Jesús son una sola cosa.

Las alegrías desprenden un aire irónico y un aire de desplante como picaresco con la mirada y fresco como la brisa del mar al amanecer en cada movimiento. Jesús es un autentico bailaor, se crece en el escenario y lo da todo, lo vive, lo expresa y nos lo trasmite desde que se presenta sobre el escenario hasta que termina.

Llena, solo su presencia llena.

Junto a ellos, la maestría y la voz profunda de El Trini de la Isla, cantaor que atesora unos conocimientos que saca del baúl de los recuerdos letras ya en desuso y eso le hace especial.

Y si a ello le sumamos como no la guitarra delo chileno Claudio Villanueva que no deja indiferente a nadie, por su profundidad de toque y sus conocimientos para aplicar a la guitarra un toque limpio y sereno.

Gracia a Alfonso Otero por sus fotos y como no a toda la gente de Las Tablas, tan agradables como siempre