Parece mentira lo que corre el tiempo. Tal día como hoy se conocía la muerte de José monje Cruz, el gitano por excelencia que dio al flamenco un giro de 180 grados.
La maestría de Camarón radica en su sabiduría, en su conocimiento profundo de este arte que no tiene fronteras. José puso el flamenco donde nadie lo hizo desde D. Antonio Chacón porque si Chacón lo sacó y subió a los escenario, dignificando no solo el flamenco si no también a los artistas, José Camarón, puso el flamenco al alcance de cualquier persona de cualquier cultura personal y musical, y lo que es más importante llegó a los jóvenes como nadie nunca lo hizo antes.
La sangre cultural flamenca de Camarón, era innata en él, absorbía como una esponja la sabiduría de los grandes maestros y luego le imprimía su sello propio hasta el punto de mejorar lo escuchado.
Camarón era puro respeto a sus antecesores, para él, no había otra forma de vivir el flamenco, respeto, eso era lo que imperaba, eso era la base de sus conocimientos, era como sentir que lo que sabe y conoce se lo debe a ellos, y por eso el, respeto a esos grandes maestros era latente en su vida.
Desde Jondo, nuestro recuerdo del maestro, del hombre, del cantaor que marcó un antes y un después.
Para siempre Camarón…
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