No
es nada fácil describir la noche flamenca que se vivió en el Bar Restaurante
los Ángeles en el ciclo "Las Noches Flamencas de los Ángeles".
Rafael
Jiménez Falo con la guitarra de Flavio Rodrigues. Dos maestros fundidos en uno
solo para dar al público una verdadera lección de maestría cantaora y de toque
excepcional.
A
pesar del frio y a pesar de la lluvia, eso no impidió que la sala se llenara y
que hubiera gente que no pudo asistir por que el aforo estaba completo. Os pido
disculpas, pero tenéis la oportunidad de volver a verle en el Espacio Flamenco
Las Tablas en Mayo. Hay que esperar un poquito. Lo bueno se hace esperar.
Tangos,
soleares, soleá por bulerías, montañesas.... y un largo etc. de cante en la voz
de un hombre cuyos registros sonoros son tan personales que no cabe la menor
dudad que hacen de él que sea único, un artista.
Cada
cante que cantó lo hizo expresando desde el sentimiento más profundo de su
corazón las vivencias de aquellos viejos maestros de los que él a bebido. Falo
tiene unos conocimientos fruto de una gran investigación que le hace cantar con
un conocimiento pleno de lo que hace. Cuando abre la boca te transporta a otro
universo.
No
cabe la menor duda, que Flavio, este guitarrista brasileño demuestra que es con
su toque claro, limpio y excepcional, el complemento idóneo para Rafael Jiménez
Falo.
Demuestra
con su toque, demuestra con su forma de ser, con su estilo que el flamenco es
universal, que no tiene fronteras, no solo para verlo y escucharlo, sino para
interpretarlo.
La
conjunción de estos dos grandes artistas hacen que cualquier noche sea
especial, y anoche lo fue, por su arte y por sus cualidades humanas.
Véase
esta grabación por soleá para un público, en una pequeña sala pero llena
totalmente entregado e hipnotizado con su cante.
Una
velada para recordar, una velada que ha hecho historia en el Barrio de La
fortuna.
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