El primer tablao flamenco que pisé en mi vida fue Casa Patas, el segundo Las Tablas y posteriormente El Villa Rosa, La Cueva de Lola y Corral de La Morería. Desde ese momento el tablao me abrió los ojos a un mundo flamenco nuevo que yo desconocía y que en aquella época estaba exclusivamente dedicado a mi peña, La Peña Duende.
En las Tablas descubrí un tablao joven con una decoración moderna pero a la vez con un sabor añejo que ofrece una esencia flamenca que rebosa por sus paredes.
Este tablao está en plena Plaza de España, muy bien comunicado y con una gran programación, así como una oferta gastronómica de calidad.
El pasado día 11 se cumplían 20 años de una andadura difícil, con baches en el camino crisis económicas a nivel nacional como la del 2008 o la última del COVID que cambia todo el panorama. Pero ellas Antonia y Marisol aguantan carros y carretas para mantener un espacio dedicado al flamenco. Perderlo sería perder un poco de alma flamenca en Madrid.
En este tablao hicimos un ciclo flamenco para gente joven Niño de Gines, Rafael Jiménez Falo... También el Círculo Flamenco de Madrid pasó algunas temporadas por este escenario.
Solo puedo dar las gracias por conocer unas personas maravillosas con un espíritu de lucha tremendo y que sigáis así por mucho tiempo más.
Gracias a los camareros y camareras, siempre atentos y atentas a todo y más.
Y como no, a los artistas que han pasado por aquí durante los 20 años de existencia desde el cantaor Manuel Palacín al guitarrista Juanjo, Niño de la Manuela que sin duda alguna es puntal para cualquier grupo de baile que se preste a subirse a este escenario pero también para acompañar a cualquier cantaor o cantaora en solitario, nunca mejor dicho es un guitarrista con muchas tablas.
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