Duende, arte y compás es una forma para empezar este artículo y definir la noche vivida en el Bar Restaurante Los Ángeles con Pepa Carrasco y el grupo que nos acompañó.
Pepa definió el sitio como un lugar acogedor en donde se vive el flamenco en forma íntima y sobre todo con un respeto que se respira en el aire.
La verdad es que la noche era desapacible, hacía frío y llovía pero para ello y paliar ese ambiente llegó Pepa Carrasco, Mariano Lozano, Isabel Soto, Alejandro Moreno, Carlos El Guero y contamos al final con una pequeña pincelada de la bailaora Alejandra Pachón.
Martinetes, Alegrías, Bulerías... Todo lo que hicieron cargado de emotividad y Pepa es anfitriona para transmitir seguridad y confianza al grupo que la rodea, ella es la batuta de una orquesta, ella es el agua que mueve un molino y eso , esa confianza entre ellos demostró que funciona, esa complicidad hizo que el público se pusiera en pie en varias ocasiones.
Pepa Bailó con maestría, Mariano era el baile personificado, Isabel Soto merece un punto y aparte por que es como se suele decir cantaora de cante en vena, Alejandro Moreno era la guitarra justa y precisa para ese momento y Carlos El Guero sabía acompañar con el cajón con solvencia y el toque justo para imprimir fuerza.
La noche se cerró con un fin de fiesta largo, en donde la cantaora se lució con unas pataditas que después los demás compañeros completaron con su baile. Aquí Alejandra Pachón nos marcó un final de fiesta por bulerías rodeada de estos grandes artistas.
Gracias a los artistas y como no al público que nos acompañó y a Alfonso Otero por estas fotos.
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