Matias de Paula es un cantaor extremeño forjado por si mismo en los cantes que afronta con solvencia y mucho duende. Un cantaor que tras 20 años de ausencia por Madrid en el que estuvo formando parte de los tablaos flamencos de la capital, nos dió una lección de cante y una lección de humanidad. Un hombre con dotes especiales, una voz privilegiada que hacen de Él un cantaor para escuchar, un cantaor al que hay que traer más amenudo.
Extremadura tiene mucho que dar y ofrecer al cante flamenco, una tierra de cantaores con sello propio que hay que dar a conocer al mundo.
Y Matías es uno de esos cantaores que tienen sello suficiente como para demostrar al mundo que esta tierra da Duende a raudales.
Gracias a Pepe Núñez, guitarrista incansable que acompañó a Matías en cada nota, en cada tercio, en cada cante.
Juan Carlos Gil y Miguel Téllez fueron artífices de una noche que no olvidaremos.
Y gracias a los artistas que arroparon con su presencia a Matías y claro está nos dieron un cierre apoteósico con todos en el escenario.
Gracias.
Aquí os dejo una pincelada por bulerías.
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