lunes, 13 de octubre de 2014

Antonio Puerto en las noches flamencas de los ángeles

Foto: Diego Gallardo
Antonio Puerto es un cantaor que debería firmar en los anheles de la historia.
Un cantaor puro, serio formal, con conocimiento de los cantes que hace.
Su cante por soleá, tanto de Cádiz como de Alcalá fueron sentíos, emanaron desde el corazón. Sus fandangos de José Cepero, del Gloria o de Huelva, su entrada por Toná, sus siguiriyas, su malagueña, sus alegrías, siguiriyas...
Antonio salió frio, nervioso con una responsabilidad muy grande en sus espaldas y por eso es un artista, porque es serio, porque para él su flamenco y su público son lo más y merecen todo el respeto del mundo.
Canta con el corazón en la mano y lo da todo. En una noche tan desapacible por la lluvia torrencial que cayó, Antonio deslumbró. Puso al público de pie. Como decía mi amigo Kiko, nos trasladó a los años 30 o 40 del cante.
foto: Alfonso Otero
Su voz suena a flamenco, su garganta es flamenca, su corazón rebosa flamenco. Razón tenía Ángel Álvarez Caballero cuando dijo aquello de que va siendo hora de reconocer a un gran cantaor y darle su sitio. Ojala sea pronto porque te lo mereces.
La guitarra de Pepe Núñez supo estar como siempre, pero mejor que nunca. Su toque de artista digno de un cantaor artista.
Recordaremos con mucho agrado esa gran velada flamenco que nos han dado estos dos grandes artistas.
Os dejo este enlace de la Soleá cantada por Antonio Puerto y acompañada a la guitarra por Pepe Núñez.

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