Tres oles, como tres
banderillas para Vanesa Coloma y su compañía. ¡Ole! ¡Ole! y ¡Ole!
Con media hora de retraso
sobre la prevista en cartel, se abre el telón y comienza una de esas noches que
jamás olvidaré y que trajo a mi memoria recuerdos que me hicieron llorar,
aflorar la sensibilidad interior. Eso, eso es el flamenco, aquello que te hace
sentir.
Todo el grupo, sin excepción
alguna lo dieron todo para que fuera el éxito que fue, que es y que debería
seguir siendo.
Esa voz en of de Gabriela
Ortega en ese poema de "Banderilla" y en el que Vanesa la seguía
bailando y expresando con su cuerpo, con su cara cada verso del mismo.
El baile de Vanesa es puro
estilismo, no alardea de largos zapateados como es hoy típico ver en cualquier
espectáculo (que a veces aburre). Con Vanesa eso no ocurre, ella se mueve por
el escenario como pez en el agua, sus brazo se alzan al cielo como queriendo
coger la luna, su cuerpo se mueve como si cada punteo o rasgueo de guitarra la
hicieran estremecer. El arte que encierra esta chiquilla en sus adentros es muy
grande, es pura llama encendida, es como un caballo desbocado, es como un tren
sin freno. Canta, baila, recita, jalea,
que más se puede pedir.
Bulerías, Tientos, Rumba,
Alegrías, Fandangos y Soleá, todo lleno de jondura flamenca y duende.
La guitarra de Yerai Cortés
es única, este joven guitarrista abraza la guitarra y la hace hablar, es
expresivo en su duende este espectáculo sin él variaría mucho. Esos punteos
cuando empieza el espectáculo, iguales a la forma en el que este finaliza,
pausados, templando, como buscando al toro en una elegancia suprema, Yerai lo desafía
lo cita y a partir de ahí comienza una verdadera corrida de arte.
Mi Roberto Lorente, y digo
"mi" por ser un cantaor seguro de sí mismo serio y responsable con el
arte flamenco, me hizo llorar en esos recuerdo de Rafael Farina en una tanda de
Rumbas en donde el Mati, cantaor al que hay que seguir, me trajo a la memoria
un viaje que hice tiempo al escucha a Bambino en su voz "Esa maldita
pared" Un momento nostálgico un momento llego de emociones en donde
también otro cantaor joven Ismael de la Rosa, "El Bola" con su Rumba
catalana, que nos hizo casi bailar... Y todo, absolutamente todo sonando muy
flamenco.
Enhorabuena Vanesa y enhorabuena
a todos los artistas que en ese escenario de Paco Rabal, nos hicisteis sentir.
Cosa que hoy en día no es nada fácil.
Olé Juanjo!! no se podría haber expresado mejor, fue un lujazo lo que se vivió el sábado en el Paco Rabal, todavía deben estar pasando fregona, creo que hubo más de un momento en que entre el público la emoción dió lugar a las lágrimas, y no era para menos....porque como bien dices, cuando los artistas ponen el alma y el corazón el sentimiento llega al público y....te desborda!!!! Un gustazo de espectáculo!!
ResponderEliminarFue una noche para recordar. Gracias
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