Solo hay una palabra. ARTISTA
Este sobrino de la Paquera, es sin duda alguna la continuidad cantaora de quien sabe decir los cantes con fuerza y con sentimiento.
Para Él, resultaba un reto cantar en la capital, por que como decía, "siempre lo es, Madrid es Madrid" y también en la Fundación Casa Patas por el han pasado grandes cantaores del Flamenco, muchos de ellos ya desaparecidos.
Jesús Méndez cantó por soleá, bulerías, fandangos, tarantos, siguiriyas, bulerías por soleá, alegrías, tangos, un repertorio que soné en la Sala García Lorca como homenaje a los grandes. Jesús cantaba y en el ambiente estaban Juanito Mojama, Manuel Torre y La Paquera, como el dijo en la letra de bulería por soleá.
Estremecía su cante, arañaba los bajos y subía a los altos como pájaro herido en su última agonía. El compás, dirigido por Chicharito maestro de las palmas y el jaleo, la guitarra de Manuel Valencía, con ese toque justo limpio y sobrio para acompañar hicieron que la noche fuera para el recuerdo, como dijo Benamargo, como antes, sin trampas, sin micrófonos, para vivir el momento y que quede ese momento en el recuerdo de los que allí estuvimos.
Canta por derecho, sin artilugios cantaores y sin falsificar ni dibujar las notas, se entregaba en cada tercio, se estremecía en cada quejio.
Los aires de la Paquera sonaron en los fandangos, así como el estilo de Pepe Pinto que nadie los hace como si ellos fueran tabú en el flamenco.
Jerez tiene continuidad cantaora, Jerez sigue dando cantera. Y por estos jóvenes hay que apostar, por que la sabia cantaora de algunos maestros va desapareciendo. Pero su legado ahí lo dejaron, y Jesús toma ese testigo y es a estas nuevas generaciones a quien hay que darles paso para que mantengan la llama viva de quien ya no están con nosotros.
Canta por derecho, sin artilugios cantaores y sin falsificar ni dibujar las notas, se entregaba en cada tercio, se estremecía en cada quejio.
Los aires de la Paquera sonaron en los fandangos, así como el estilo de Pepe Pinto que nadie los hace como si ellos fueran tabú en el flamenco.
Jerez tiene continuidad cantaora, Jerez sigue dando cantera. Y por estos jóvenes hay que apostar, por que la sabia cantaora de algunos maestros va desapareciendo. Pero su legado ahí lo dejaron, y Jesús toma ese testigo y es a estas nuevas generaciones a quien hay que darles paso para que mantengan la llama viva de quien ya no están con nosotros.
Jesús, Gracias por la noche, fue, es y será un recuerdo para los que allí estuvimos.
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