La joven bailaora Triana Maciel, demostró que también en Mexico se baila flamenco y se siente. Con un lleno hasta la bandera, puso a un público entregado en pie. Derrochó mucha elegancia por alegrías bailando con la bata de cola y lloró por siguiriyas.
Junto a ella el joven bailaor Nino de los Reyes que bailó La Caña con brío, fuerza y mucho estilo muy personal. Ambos pusieron broche de oro a una noche que cubrió todas las expectativas, a pesar de que el fútbol podía haber mermado la afluencia de público.
El cante de Gabriel de la Tomasa y El Trini, fueron complemento idóneo para estos dos grandes del baile, Gabriel, con su voz aposada nos trae los ecos sonoros de su descendencia flamenca, El Trini, la soltura de lo que no se aprende en una academia. Todo es arte en él.
El Bandolero tiene un arte especial en su toque de percusión, en la Siguiriya hizo una introducción que nos dejó helados, antesala de un toque riguroso y estricto para un compás que transporto a la bailaora a un universo flamenco digno de mención.
Jesús Núñez, sigue demostrando que su carrera está en alza, un guitarrista fuera de lo común, muy requerido por los bailaores y las bailaoras. Su toque es fino, es elegante y es sin duda alguna pura esencia de toque flamenco.
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