viernes, 29 de julio de 2011

DOS GRANDES DE JEREZ


Durante el último tercio del siglo XIX y primeros del XX, Jerez de la Frontera sigue siendo vivero de sobresalientes artistas flamencos que ponen de relieve en los escenarios de teatros y cafés cantantes los valores del arte de su tierra, continuando las estelas marcadas por las escuelas que ya hemos comentado.
Y, en medio y sobre todos, los que se estima como los dos más grandes cantaores de todas las épocas: el payo D. Antonio Chacón y el gitano Manuel Torre. Con ellos Jerez entrega al arte flamenco un maestro jamás igualado y un intérprete genial, con la particularidad de que ambos son además importantes creadores de estilos. Suele decirse, que con tan solo enunciar sus nombres se resume la magnificencia del cante flamenco.






Don Antonio Chacón:



La figura portentosa de D. Antonio Chacón, como uno de los grandes y más completos cantaores no solo de su época sino de toda la historia, siendo reconocido por intelectuales, el pueblo, los aficionados, la aristocracia y todos aquellos que tuvieron sensibilidad para asimilar su arte, llamado por Tomás Borrás el "Papa del cante". Cantaor redondo, y más completo bien por su dominio absoluto del compás, emotividad, portador artístico musical técnica y amplio conocimiento del flamenco.
De un origen humilde, por su condición humana, su gran defensa, recopilación y divulgación del flamenco, se hace acreedor en lo artístico y en lo personal, al tratamiento de Don, cuyo reconocimiento desde el Rey para abajo, se le otorga como la mejor recompensa. Antonio Chacón nace el 16 de Mayo de 1.869, en Jerez de la Frontera, ayudándole a su padre desde pequeño a remendar zapatos, costándole varias regañinas por su afición al flamenco, ganándose sus primeras perras en los bautizos, animándole en su barrio a seguir la profesión de cantaor. Por Andalucía actúa con los hermanos Antonio y Javier Molina, cantaor y bailaor, varios Meses, presentándosele una ocasión de cantar con Enrique el Mellizo y Joaquín Laserna, Dos grandes cantaores del momento, causa tan buena impresión que el Mellizo le contrata Para cantar con él en el café cantante del Perejil, en las fiestas gaditanas del año 1.886. Silvério le contrata en su café sevillano de la calle Rosario, el más famoso de Sevilla, escenario por donde desfilaron los mejores figuras del cante, el toque y el baile, y Chacon al actuar se dice que "llegó y acabó con el cuadro.


Era tal su fama, que Fernando de Triana en su libro Arte y Artistas Flamencos, Madrid, (1.935), cuenta que todos los notables artistas de la época, prescinden de sus derechos, cantando por delante de él, siendo así escuchados y aplaudidos por el público, ya que cuando Chacón terminaba de cantar el salón se desalojaba hasta la próxima actuación. Era tal Concurrencia de público en sus actuaciones, que a las cuatro de la mañana parecía que era las diez de la noche, no moviéndose nadie de su asiento hasta que Chacón no terminaba el espectáculo. Era tal el silencio del salón que solo se interrumpía en algún tercio del cante, por la voz del gran Silverio murmurando en voz baja ¡qué bárbaro!, ¡que bárbaro!, esto hacia que cientos de personas de toda clase mantuvieran un silencio sepulcral para no perder una nota ni un detalle de su estilo sublime y sentimental raro y poco conocido. Ocho meses canta Chacón en el café de Silverio, cantado después un mes en Málaga, volviendo después al café del Burrero salvando la clientela del salón.
Por Andalucía compite con las más grandes figuras, transforma gracias a su fama, la forma de vestir de los artistas, prestándole señorío y elegancia. Chacón debuta en Madrid en 1.889 en el Café del Puerto, cantando después en el Café de Fornos donde conoce al tenor Gayarre, quedando entusiasmado por el cante de Chacón.
En Málaga canta en el café de Chinitas, teniendo una pasión amorosa con una aristócrata, cantando muy poco en público durante ese tiempo, aprovechándolo para estudiar varios cantes, instruirse culturalmente, estudia los matices melódicos de varios cantes y conoce a viejos cantaores. Vuelve a Sevilla y actúa por toda la geografía española, escribiendo de él Núñez de Prado: sobre vel vestilov de Chacón, enseñoreado del alma popular, llegando a interpretar hasta tal punto esa alma, que es rara en Andalucía donde se llega escuchar otro "malagueño" que el suyo.



La presencia de Chacón en las fiestas era continua, existiendo testimonios de sus éxitos, de finales del siglo XIX. En Madrid centra sus actuaciones en los Gabrieles y en el café del Fornos, viajando desde Madrid a toda Andalucía y otras regiones de España.
Embarca para América en 1.914 donde hizo cerca de treinta actuaciones, unas de ellas en el teatro de San Martín de Buenos Aires. De regreso a Madrid convierte a los Gabrieles en el colmao de moda, asistiendo toda la aristocracia, sucediéndole lo mismo años más tarde en Villa Rosa, siendo solicitado para homenajes, recepciones de reyes, etc.
Preside el Concurso de Cante Hondo de Granada, en 1.922, siendo invitado al año siguiente como artista del concurso que se celebra en Huelva, donde cobra la fabulosa cantidad de 2.700 pesetas.
Con motivo de la visita de los reyes de Italia, participa en dos recitales, alternado con Pepe Marchena, Escacena, Pastora Imperio, Manolo Pavón, Montoya y Habichuela. Inaugura en 1.925, el Patio Flamenco del Hotel Alfonso XIII de Sevilla, así mismo canta en el Palacio de Las Dueñas, de los Duques de Alba, ante los reyes y toda la aristocracia europea.
Más tarde se presenta en el Teatro Novedades de Madrid, y el 24 de Agosto entrega la Copa Pavón, premio de un concurso convocado por el Teatro del mismo nombre a Manuel Vallejo. Con el empresario Vedrines realiza unas giras, actuando en todas las plazas de toro de España, enfermando al poco tiempo, muriendo en su domicilio de arteriosclerosis, el 21 de Enero de 1.929.
Don Antonio Chacón hace la aportación artística más importante al flamenco, que jamás se haya realizado. En los cantes sin guitarra demuestra ser el cantaor más completo, aun a pesar de que para muchos tenga una marcada condición gitana. Nos lega varias tonás, desapareciendo con él la debla primitiva. De siete siguiriyas consta el legado musical que personalmente nos deja Chacón en su discografía analizadas en el libro Vida y Cante de
Don Antonio Chacón, (Córdoba), siendo discípulos de grandes siguiriyeros, como Silverio, Salvaorillo, Manuel Molina, Curro Dulce, el Mellizo etc. El cante por Soleá conocía las de Cádiz, Triana, de la Serneta, así mismo le da al Polo y a la Caña una dulzura y una cuadratura musical perfecta, haciendo lo mismo con la Petenera de Medina el Viejo.
Decir Chacón por Malagueñas es decirlo todo, revolucionando y jerarquizando ese cante, siendo su mejor intérprete. En los cantes por Granaina y el fandango de Granada, como realmente era un cante que le venía corto, su temperamento inquieto y su condición musical le impulsaron a desarrollar la base de este cante para crear otro estilo de más valor artístico al que llamó media granaina, imponiendo el nombre en la nomenclatura flamenca. Otro cante impuesto fue la Cartagenera, acabando con el provincialismo de los cantes levante indo con la Malagueña.


Manuel Torres:




Con este nombre artístico, fue llamado Manuel Soto Loreto, nacido en Jerez de la Frontera en 1878 y falleciendo en Sevilla en 1933. El sobrenombre de Torre lo heredó de su padre, también cantaor que era natural de Algeciras y por ser de alta estatura le apodaron El Torre. También fue conocido por El Niño de Jerez y Niño de Torres, y anunciado en la prensa con su nombre escrito como Manuel Torres o Manolo Torres, creyéndose que su apellido era ese.
Sus principios fueron en los cafés cantantes que por esa época existían en Jerez como La Vera Cruz y La Primera de Jerez, pero su gran salto artístico lo dio al debutar en Sevilla en el año 1902, a partir de ese entonces sus actuaciones se sucedieron por toda Andalucía hasta que en 1909 formó parte del elenco del Madrileño Café del Gato.
Desde ese año sus actuaciones en Madrid fueron numerosas, por esos años Madrid fue una plaza esplendorosa para los cafés cantantes como el famoso de La Magdalena, también paseó su arte por Barcelona en donde actuó en el llamado Villa Rosa que era regentado por el famoso guitarrista Miguel Borrull.
En 1922 participa como figura invitada en el Concurso de Cante Jondo de Granada, donde volvió al año siguiente para intervenir en el festival que se celebró en el Palacio de Carlos V, en compañía de La Niña de los Peines. Por esa época a un empresario se le ocurrió la idea de llevar el arte flamenco a grandes escenarios, poniendo como gancho artistas muy populares, de esa manera Manuel actúa dos veces en la plaza de Toros de Huelva nada menos que junto a Don Antonio Chacón, El Gloria, Manolo Caracol, Pepe Marchena, Niño Medina y otros destacados intérpretes.


En 1926 en el Teatro Pavón de Madrid, en un festival homenaje a Manuel Vallejo le entregó La Llave de Oro del Cante. Fue llamado el Rey del Cante Gitano anunciándolo como el único que no puede ser imitado. Falleció el día 21 de Julio de 1933 y su entierro fue costeado por su compañero Pepe Marchena.
Después de muchos años de olvido, aunque siempre se habló de él con admiración, en 1959 a instancias de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces, el Ayuntamiento de su ciudad natal, colocó una placa para honrar su memoria en la casa donde nació, en la calle Álamos núm. 22.
La Peña Flamenca Juan Breva de Málaga en colaboración con la Cátedra de Flamencología de Jerez y las emisoras de Radio Juventud de Málaga y Radio Guadalquivir de Sevilla, le dedicaron un homenaje en el Teatro Cervantes de Málaga y en el que participaron grandes artistas como Diego Clavel, Manuel Mairena, José Menese, El Chocolate, Antonio Mairena, Curro Malena, Antonio Canillas, Pepe de la Isla, El Cartujano, Gitanillo de Vélez, Agustín Núñez, El Galleta, Ángel de Álora, Manuel Cano, Ángel Luis Cañete, Chico Melchor, Manuel Liñán, Paco del Gastor y Pepe Habichuela.
En 1978, al cumplirse su centenario, la Cátedra de Flamencología de Jerez en colaboración con el Ayuntamiento y otros organismos públicos, crearon una comisión nacional cuyo comité lo presidió Juan de la Plata para conmemorar la efemérides con diversos actos y en los que se destacaron los siguientes: conferencia de Juan de la Plata sobre el tema "Manuel Torre, su vida y su cante" que se llevó a cabo en la Peña Flamenca Los Cernícalos y en el salón biblioteca del Museo de Arte Flamenco, ilustrada con testimonios y documentos sonoros y el pregón del centenario que estuvo a cargo del poeta Manuel Ríos Ruiz, con la lectura del poema "Razón, vigilia y elegía de Manuel Torre", para este acto se eligió La Plazuela, lugar cercano a la casa donde nació el artista.
Este mismo pregón se repitió en Madrid, esta vez ofició como presentador Juan de la Plata y tuvo lugar en la Fundación Ruiz-Mateos y el acto finalizó con un recital de cante y toque interviniendo María Vargas, El Sordera y Parrilla de Jerez.
Fueron incontables los homenajes que se le hicieron en su centenario, desde Rondas Poéticas hasta Juegos Florales participando en ellos los más importantes poetas del Arte Flamenco. En Sevilla se celebró una Misa Flamenca, en la Basílica de La Macarena, cantada por Manuel Mairena, Luis Caballero y Naranjito de Triana con el tocaor El Poeta. En 1983 la Junta de Andalucía convocó un certamen periodístico en su memoria, el premio lo obtuvo Juan de la Plata.Acompañado por las guitarras de Miguel Borrull Jiménez y Habichuela principalmente, Manuel Torre grabó en disco veinticinco cantes, sobre todo seguiriyas y soleares, también fandangos, bulerías, malagueñas, tangos, tarantas, saetas, los campanilleros, zambra, farruca y peteneras, muchos de los cuales han quedado como prototipo de su escuela cantaora, convirtiéndose en ejemplo del estilo para sus seguidores.



La personalidad de Manuel Torre, tanto en lo artístico como en lo humano, ha dado lugar a una aureola fascinante alrededor de su figura convirtiéndola en mítica del arte flamenco, a lo que han contribuido nombres tan importantes como Federico García Lorca, quién le dedicó su poema "Viñetas Flamencas" de quién dijo, A Manuel Torre, Niño de Jerez, que tiene tronco de Faraón, el inmortal poeta también escribió lo siguiente sobre él "Manuel Torre, el hombre de mayor cultura en la sangre que he conocido" Y "Cada arte tiene, como es natural, un duende de modo y forma distinta, pero todos unen raíces en un punto donde manan los sonidos negros de Manuel Torre, materia prima última y fondo común incontrolable y estremecido de leña, son, tela y vocablo."
Necesitaríamos horas y horas para escribir todo lo bueno sobre su arte , personalidad y hombría de bien que han contado todos los que lo han conocido, tanto en su vida personal como compañeros artistas. Aficionados decían que escucharlo cantar por seguiriyas ponía la carne de gallina, que el escalofrío recorría los nervios del cuerpo con la más intensa emoción porque aquel hombre tan hombre lloraba y hacía llorar, pero era en las juergas intimas donde se escuchaba el verdadero cante de Manuel Torre. En la narración de su vida que hace Manuel Ríos Ruiz, dice lo siguiente:
"Bastantes artistas y aficionados coetáneos de Manuel, entre ellos mi tío abuelo materno Francisco Ruiz Holgado, taxista de muchas juergas flamencas - el primero que hubo en Jerez - mi padre y su tío Curro El Pavo, José y Manuel Junquera, gitanos de Santiago y buenos soleaeros aficionados, Tío Parrilla, mi pariente Perico Monturque, etc., cuantos le escucharon me dijeron siempre que no me fijara en los discos de Manuel Torre, porque no tenían nada que ver, ni por asomo, con su grandiosidad cantaora en una noche de inspiración. Sin embargo, en algunos momentos de su discografía se vislumbra, al menos para mí, su genialidad, la causa de ser un mito partiendo de la realidad."

jueves, 28 de julio de 2011

ALGUNOS DATOS HISTORICOS



Aunque existan matices propiamente jerezanos, los cantes de Jerez, más que unas características netamente comarcales, tienen las que les imprimieron sus más famosos interpretes. Son cantes de creadores, de ahí su riqueza estilística y sus muchas vertientes en cada estilo.




Intentando retroceder al máximo posible en el tiempo, nos encontramos una lista impresionante de creadores, a Tío Luís el de la Juliana se le atribuía la creación de varias Tonás: la toná-liviana, la toná grande, la toná del Cristo y la de los pajaritos. Después de él, o quizás contemporáneos, crearon sus Tonás, Tío Luís El Cautivo, Tía María La Jaca, Tío Vicente Macarrón, todos ellos gitanos jerezanos del siglo XVIII. Los anales históricos del flamenco registran además otros nombres de flamencos jerezanos coetáneos. Estas figuras legendarias forjaron las formas y entonaciones cantaoras de Jerez, que luego perfilaron y difundieron sus descendientes y sucesores, creando una serie de de cantes - escuelas en realidad - que han perdurado a lo largo de los años y que hoy continúan vigentes.


Toná Grande de Tío Luís el de la Juliana
Yo soy como aquel buen viejo
Que está en medio del camino.
Yo no me meto con nadie,
Nadie se meta conmigo.


Toná del Cristo de Tío Luís el de la Juliana
Oh Pare de almas
Y ministro de Cristo
Y tronco de nuestra Madre Iglesia Santa
Y árbol del Paraíso.


Tonás de Juanelo
Ya nadie tiene fatigas,
Que todas las tengo yo,
Que tengo una losa negra
Dentro de mi corazón.

Por Dios te pio gitano,
Por la salú de tu mare,
Lo que tú has jecho conmigo,
No se lo igas a nadie.

Martinete del Señor Manuel Molina
¿A qué pegarme estos palos,
Qué daño te he jecho yo?
Que me he quedaito dormio
Y el sueño rinde al león.




"Para empezar, algunos de los cantaores que marcaron escuela con su propio estilo y que hoy son fuentes para aprender, no directamente de ellos, claro está, pero sí de aquellos que le precedieron y nos transmitieron el cante tal y como se transmitió por tradición oral".

Manuel Molina (1822-1879), también llamado el señor Manuel Molina, en razón a su acomodada posición económica y social. Fue una persona muy respetada y, además de gran cantaor, fue mecenas para toda aquella manifestación de cante flamenco. Las siguiriyas de Manuel Molina se conocen actualmente por medio de las versiones que de ellas hicieron Antonio Chacón, Manuel Torre, Pastora Pavón...Se le atribuyen, entre otras las siguiriyas siguientes:



Siempre por los rincones

te encuentro llorando,

que yo no tenga

libertad en mi vida

si te doy mal pago.


Camisita en un año

no me he de poner,

hasta no verme

con mi compañerita
juntito otra vez.


Dicen que duermes sola

mienten como hay Dios

porque de noche con el pensamiento

dormimos los dos.


Esta última siempre se ha considerado creación de Manuel Molina. No obstante, Pepe el de la Matrona se la atribuye a Curro Dulce.



El Loco Mateo (Mateo Lasera).- El sobrenombre fue debido a sus desequilibrios temperamentales. No obstante su vida artística se desarrolló plenamente en los cafés cantantes de la época. Se le atribuyen las siguientes siguiriyas:


En aquel rinconcito

dejarme llorar

que se me ha muerto la mare de mi alma

y no la veo más.



Oleaita, mare, de los mares

qué fuerte venéis
se habéis llevao

a la mare de mi alma y no me la traéis.


Y también se le atribuyen como suyas las siguientes cabales:


Los moritos iban a caballo

los cristianos a pié

como ganaron la casita Santa de Jerusalén.


Desde la Porverita

hasta Santiago

las fatiguitas, mare, de la muerte
me se arrodearon.

Paco la Luz (Francisco de Paula Valentín Soto). 1839-1914. Su cante, al parecer fue divulgado por su hija María La Serrana, que fue una gran cantaora profesional, e incluso dejó algunas grabaciones realizadas en 1909. Se le atribuye la siguiente siguiriya de cambio.


Dolores Dolores mía

en un laito de mi corazón

te llevo metía.


José de Paula (José Maria Sebastián Soto Vega). 1871-1955.- Durante muchos años trabajó en cortijos del término de Jerez como manijero. Muchos de los cantaores que grabaron su cante, como fueron Mojama, La Pirriñaca, Agujetas padre, Manuel Soto "Sordera"…, tuvieron la oportunidad de oírlo en interpretaciones personales del propio creador. El Marrurro (Antonio Monje).- Se le atribuye la siguiente siguiriya.


Si acaso me muero

pago con la vida

y no sabía ningún cirujano
del mal que moría.


Esta siguiriya, según Lefranc, se atribuyó a veces a Antonio el Marrurro (que alguna vez compartió la escena con Silverio) y , con mucha más frecuencia se le atribuye a Diego El Marrurro, nacido en 1850 y muerto en 1920, a quién conoció Chacón y de quién grabó este cante en 1913". Según el escritor francés es la siguiriya más patética del repertorio de Jerez.


Joaquín La Cherna (Joaquín Loreto Vargas) Nació en 1843. Se ha dicho que su cante por este palo está ligado al de El Marrurro y al de Paco la Luz. Lo que sí es cierto es que su sobrino, Manuel Torre, hizo versiones de la siguiriya de Joaquín La Cherna. Juan Junquera. Nacido a mediados del siglo XIX, de raza gitana, cantaor de profesión y empresario de espectáculos y de cafés cantantes. Según Lefranc el cambio por siguiriyas que se atribuye a Junquera "fue creado para sustituir o rejuvenecer el cante de María Borrico, en su función principal de cante de remate, mayormente de serranas". Juanichi El Manijero o Antonio Frijones. Existe la duda en cuanto a la atribución de este cante, que se inicia habitualmente por "Comparito mio cuco". Ambos cantaores eran amigos. Parece que fue Antonio Frijones el creador y Juanichi (Juan Fernández Carrasco) el que contribuyó a transmitirlo. Siguiriya relativamente reciente a la que se denomina cante del cuco. Es famosa, dentro de las siguiriyas, una variante muy peculiar que se ejecuta como remate o final de este cante. Nos referimos a las "cabales", que es una forma de siguiriyas de cambio. En palabras de Blas Vega su interpretación "es un alarde de saber cantar, por las dificultades que tiene su interpretación, pues del tono en que se está cantando hay que pasar a su dominante y hacer todos los tercios del canta apoyados en él". Se atribuye la creación del cante por "cabales" a El Fillo, siendo posteriormente su gran divulgador Siverio Franconetti. No podíamos terminar nuestro comentario sobre la siguiriya y, en particular, en todo aquello que se refiere a sus creadores, sin citar a aquellas figuras que, sin atribuírsele el mérito creativo en sí, hicieron mucho por engrandecer este palo, tan básico dentro del flamenco.
Nos referimos a todos aquellos artistas que han recreado este cante, imponiéndole su propia personalidad, o aquellos cuya labor ha sido situar la siguiriya en sus justos términos, conservándolas respetando la forma que la imprimieron sus creadores. Y así tenemos a Manuel Torre, al que se ha considerado el más grande siguiriyero de todos los tiempos, palo en el que, según Molina y Mairena, introdujo "una revolución porque nadie antes de él la cantó con voz natural (voz de pecho), ni con su grandeza y pasión. Junto a esta figura mítica tenemos la serena maestría de D. Antonio Chacón, que tanto hizo, no solo por la siguiriya sino por todos los variadísimos palos que interpretó. Su personalidad artística fue muy distinta a la de Torre, pues si Chacón fue la perfección continua Manuel Torre fue el genio intermitente. Y junto a ellos tantos y tantos nombres, cuyo gran mérito fue rescatar y afirmar los cantes que, de otra forma, hubiera sido muy difícil conservar: Pastora Pavón, su hermano Tomás, José el de la Matrona, Manuel Vallejo, Manolo Caracol, Antonio Mairena…




Curro Frijones nacido en la década de 1860, Francisco Antonio Vargas ("Frijoes" o "Curro Frijones") tuvo una fuerte personalidad y de su vida se cuentan numerosas anécdotas, quedando para la posteridad la imagen de un gitano extravagante. Avatares de su propia existencia los trasladó a su cante, como lo expresa la letra autobiográfica de una de sus soleares:


Me llamo Curro Frijones

y no me caso con La Farota

pa´ no echarme obligaciones.


Al parecer, al final se casó con La Farota. En su vida alternó con grandes figuras del cante en reuniones de cabales, y se dice que Chacón sentía una gran admiración por sus cantes.
Molina y Mairena , en su obra "Mundo y Formas del Cante Flamenco" se extiende sobre el estilo por soleares de esta figura jerezana: "La única soleá que creó Frijones es, desde luego, inconfundible. Es un cante corto, susceptible de ser interpretado de muchas maneras. Los que la oyeron al propio "Frijones", como Pastora Pavón y Aurelio Sellés, coinciden en que la versatilidad fue la característica del extraordinario solearero jerezano. En efecto, unas veces marcaba enormes pautas entre tercio y tercio, mientras que otras los ligaba de modo peculiarísimo, pues la principal característica de "Frijones", cantaor más corto que largo, fue la originalidad. Pero fuera cual fuese su modo de cantar, la esencia de su soleá es siempre la misma. Si cortaba los tercios, adornábalos como es costumbre en los cantantes alemanes, con una "s" terminal, viniese o no a cuento. Si los ligaba, intercalaba a guisa de eslabón marcados vibratos guturales destimbrados. Muy gitana y muy personal, la soleá de "Frijones" es, acaso, la más inconfundible. Tomás Pavón refundió a su manera el cantar de "Frijones", dotándolo de una grandeza que antes no poseyó, porque "Frijones", tanto en su soleá como en sus tangos, prefirió siempre sus estilos breves, escuetos y penetrantes. Por lo tanto la reelaboración de Tomás Pavón tiene tanto de variante personal de la soleá del maestro jerezano y en calidad de tal es justo estimarla." La versión de la soleá de "Frijones" divulgada por Tomás y Pastora Pavón fue incluida por Tomás en una grabación de 1950, con la letra siguiente:


Acuérdate cuando entonces

bajabas descalza a abrirme

y ahora tú no me conoces.

(NOTA: La transcripción de las letras es tal y como suena, no como debería escribirse).

miércoles, 27 de julio de 2011

JEREZ, SIN MÁS



Lo escribió Eugenio Noel: “la madre del cante, sí señor, es primero Jerez, y después, porque a Jerez le ha dado la gana, Sevilla”. La frase es radical, desde luego, pero ¿hasta qué punto se debe o no compartir una afirmación tan rotunda? Sin olvidar que es Andalucía entera la tierra donde ha florecido el cante, Jerez es tenida como la cuna más antigua.
Las cualidades perennes del flamenco de Jerez hacen sospechar que allí pudo aparecer cuajar y crecer la raíz del cante, su levadura, porque ha sido siempre canteras de cante y cantaores, la comarca que más interpretes ha dado al arte flamenco a lo largo de la historia, desde Tío Luís el de la Juliana, primer cantaor de nombre conocido.




Tío Luis, el de La Juliana, dice la leyenda, que era aguador de oficio, que traía a la ciudad el agua desde la fuente de los Albarizones con su reata de burros, allá por el siglo XVIII. Es el cantaor más mítico de la historia del cante jondo y se le supone gitano de raza, creador y difusor de varios estilos de Tonás. Desde Tío Luís, el de la Juliana, Jerez ha sido una especie de aljibe del flamenco por una serie de razones ambientales y humanas.



En primer lugar, porque ambiental y socialmente en Jerez, en el Jerez de la prehistoria del flamenco, se hallan unidas dos maneras de vida y de trabajo, la del campo y la viña y la de la bodega, circunstancia laboral que crea un ambiente propicio para la manifestación de lo flamenco.



El cante de Jerez hay que situarlo en ese convivir de los hombres del vino, en la reunión de amigos y compañeros, en el tabanco del barrio al término de la tarea, y en las celebraciones familiares, bodas y bautizos, en los patios, o también, si nos asomamos a sus más antiguas expresiones, en los largos atardeceres campesinos de las gañanías, los almijares y los sombrajos.


Y algo muy importante en el cante de Jerez: en Jerez hasta los payos cantan gitanamente. Los núcleos gitanos de Jerez, integrados plenamente en la sociedad, situados principalmente en los barrio de de Santiago y San Miguel, han impuesto su son y su quejío en los estilos dramáticos y su compás y bullerío en los festeros.



El cantaor de Jerez se profesionaliza a golpe de fiesta y sale proyectado a la vida artística con mayor facilidad que otros, quizás debido primordialmente a su conocimiento infuso del compás, algo imprescindible para el artista flamenco y llegar a dominar los distintos estilos. Por este motivo, quizás Jerez es quien más cantaores aporta a la cantera flamenca profesional. Ejemplos como el de El Gloria que dejó la yunta una tarde y al día siguiente ya era figura en los locales flamencos de Sevilla.


EL NIÑO DE GLORIA


Rafael Ramos Antúnez, más conocido con el nombre artístico del Niño Gloria, cantaor gitano, nació en la calle Nueva de Jerez, en el corazón flamenco del barrio de Santiago, el 27 de abril de 1893 y murió en Sevilla el 11 de febrero de 1954. Hermano de la Pompi y de la Sorda, fue popularmente conocido por el Niño Gloria, un sobrenombre que fue originado por su interpretación en compás por bulerías del villancico popular en la que se repite la palabra gloria (Gloria a su madre Victoria, Gloria, véase nótula 097). Hay que destacar que su hermana la Pompi fue una de la más grandes “buleras” que tuvo Jerez, igual que El Gloria ha destacado para la historia por su forma creativa para todos los cantes, principalmente en sus fandangos, villancicos, bulerías y las saetas. Sin embargo, valga esta nótula para rescatar del olvido al que durante décadas se ha condenado popularmente y en círculos flamencos a este gran cantaor de Santiago. (Una de las escasas imágenes que se conservan del cantaor jerezano en las primeras décadas del siglo XX).
Se inició en ésta su tierra natal, donde alternaba las reuniones de cabales con su trabajo en los cortijos, pasando seguidamente a Sevilla, para actuar en los cafés cantantes de su tiempo, alternando con las más destacadas figuras de su época por su forma creativa para todos los cantes. Igualmente participó en numerosos elencos flamencos en giras por toda la geografía española. En Madrid actuó en el Kursaal Imperial en 1924 y en el Monumental Cinema en 1927. También El Gloria fue contratado por el torero-dramaturgo Ignacio Sánchez Mejías para formar parte del elenco artístico “Las calles de Cádiz” (1933), famosa troupe dirigida por Encarnación López “La Argentinita” y formada por Juana “La Macarrona”, Rafael Ortega, Espeleta y Pilar López, y otros importantes artistas.


La Argentinita junto a los poetas del 27 Federico García Lorca y el portuense Rafael Alberti. En su compañía y con su espectáculo ‘Las calles de Cádiz’ en 1933 y 34 actuó El Gloria.
En los años de las décadas treinta y cuarenta fue uno de los principales protagonistas de las reuniones de cabales en los locales de la Alameda de Hércules sevillana, donde gozaba de gran prestigio, y fue cantaor fijo en los balcones de Sevilla durante los desfiles de la Semana Santa como uno de los grandes saeteros, creando escuela. Dejó un amplio repertorio de su gran personalidad artística y discográfica de su tierra natal jerezana.
El cantaor jerezano alternó con las más grandes figuras de aquella época: Antonio Chacón, Manuel Torre, Cojo de Málaga, Pastora y Tomás Pavón, Manuel Vallejo, Manuel Centeno, Manolo Caracol, entre otros. Además de por sus saetas y su presencia en la Semana Santa sevillana, bien pronto comenzó a destacar en las bulerías que sólo él y Juanito Mojama (1892 -1957), otro de los artistas flamencos más olvidados de Jerez, conocían mejor que nadie, en los comienzos de los años 20. En la Exposición Universal de Sevilla de 1929, junto a Mojama, trabaja en el Kursaal Internacional, y lo mismo haría cuando se inaugura el Kursaal Imperial de Madrid, junto al Niño Medina, Cojo de Málaga, Luisa Requejo, etc. (En la imagen, uno de los discos del cantaor de Santiago).
Según José María Castaño en “De Jerez y sus cantes”, (Almuzara 2007), El Niño Gloria no fue un cantaor proclive a las numerosas giras que se organizaron por los años 30, tal vez porque su perfil no encajaba demasiado con las veleidades artísticas de la época, aunque su fuerte carisma en el fandango le hubiera bastado para alistarse en cualquier compañía. En 1927 estuvo contratado en el Monumental Cinema (Madrid), donde llamó poderosamente la atención cantando por bulerías, fandangos y seguiriyas. Su fama se extendió por todo el país cuando grabó sus primeros discos con el Niño Ricardo a la guitarra (Regal, 1929). Sin embargo, triunfó aún más con los discos que hizo con Manolo Badajoz, especialmente con su “Nochebuena” por bulerías, y los fandangos que lo inmortalizó: “Te tiene que castigar”. Sin la menor duda, Rafael Ramos “Niño Gloria” se había convertido en una primera figura del arte flamenco. Al estallar la guerra civil (1936) se refugia en Sevilla, viviendo sólo de las fiestas en la Alameda de Hércules; así aguantó varios años, entre fiestas y su trabajo en Semana Santa. En los inicios de los años 50 comienza su declive profesional y se ve obligado a rifar papeletas y vender chucherías para sobrevivir. Rafael Ramos murió pobre y olvidado el día 11 de febrero de 1954 en su casa sevillana de Divina Pastora. Pero ahora nadie puede negar que su amplia discografía pone en aprietos a aquellos que lo marginaron a la categoría única del fandanguillo, cuando hay que descubrirse en sus cantes por Martinetes, Seguiriyas, Soleá, Bulerías por soleá y Saetas. Jerez y el “mundo flamenco” siguen aún en deuda con El Niño Gloria.


(La calle Nueva en Santiago, donde nació Rafael Ramos Antúnez El Gloria).

martes, 26 de julio de 2011

TOCA JEREZ


Jerez y el Flamenco


Son muchos los artistas, aficionados y estudiosos del flamenco por toda la geografía española pero más concretamente por Andalucia, por ello, no puedo pararme en todos ellos y no cambiar de localidad, con el tiempo volveré a las diferentes provincias y seguiré metiendo más datos, no solo de cantaores o cantaoras, sino de bailaores y bailaoras y guitarristas.
Claro está que también iré intercalando eventos que estén actualizados y comentarios de aquellos a los que e asistido y os puedo informar.
Por ello ahora nos situamos en Jerez, esta localidad respira flamenco por las 4 esquinas, desde el Barrio de San Miguel, al Barrio de Santiago, La Plazuela..., todo va al mismo lugar, El Flamenco, esa cultura que por la gracia de Dios está en nuestra tierra y que la diferencia en mucho de otras culturas, Hoy reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad el flamenco se afianza, no coge más fuerza, por que fuerza y garras ya tenía, no hacia falta etiquetas que se lo dijeran, pero si que lo afianzara, y por ende del mismo, que nuestros políticos se den cuenta del valor que esta cultura desprende, y que antes de hacer ninguna afirmación sobre la misma, que piensen bien lo que van a decir, por que ante todo el Flamenco se merece el mayor de los respetos.
El flamenco es un género musical de muy antigua procedencia y en el que confluyen una reunión y mezcla de estilos musicales populares de culturas variopintas: árabe, judía, gitana, africana y americana, que se consolida y se desarrolla en Andalucía en el transcurso de los siglos XVIII a XX como forma artística individual y diferenciada. En 1958 se funda en Jerez de la Frontera la primera Cátedra de Flamencología, siendo la más antigua institución académica creada en Andalucía para el estudio, la investigación, conservación, promoción y defensa del Arte Flamenco.


Jerez ha sido cuna no sólo del mejor vino fino andaluz, sino también de la cantera más fecunda de artistas flamencos. En el siglo XVIII destacan una larga serie de intérpretes de tonás, y en el XIX aparecen los siguiriyeros más representativos. Los jerezanos crearon además un estilo de cante corto por bulerías que define toda su vocación interpretativa. Desde Tío Luis el de a Juliana, en las postrimerías del siglo XVIII, hasta hoy, el flamenco está vivo en Jerez en numerosos linajes flamencos: Los Junqueras, los Charamuscos, los Chicharrones, los Paulas, los Vargas, los Valencias, los Sotos, los Zambos, los Carrascos, los Moneos, los Carpios, los Agujetas, los Marrurros, los Moraos, los Monjes, los Fernández, los Antúnez, los Cepero, los Gálvez, los Méndez, y tantas otras familias, han dado artistas como Juan Mojama, Manuel Torre, Fernando Terremoto, Tío Borrico, Tía Anica, La Paquera, Sordera, Agujetas, Manuel Morao, Parrilla de Jerez, Manuel Moneo, o, más recientemente , José Mercé , Antonio el Pipa o Moraíto, entre tantos otros.

domingo, 24 de julio de 2011

6º Concurso Nacional de Cante Flamenco Villa de Guadamur

Ayer sabado en la noche, se celebró la final del 6º Concurso Nacional de Cante Flamenco Villa de Guadamur. Una final muy reñida entre los 6 concursantes que se la disputaron, Bernardo Javier Miranda Luna, Triunfador de la noche, Francisco Ocón, segundo premio. Juan Fuentes, tercer premio, José León Romero cuarto premio, Luciano Altamirano quinto premio y Manuel Rubio "Manolo el Parejo" sexto premio.


Desde que empezó el concurso, se veía venir la soltura y el talante cantaor de Bernardo Javier Miranda de Córdoba de Fernan Núñez. Este joven cantaor de tan solo 23 años apunta y dice el cante con la solvencia de un cantaor añejo y lleno vivencias. Las Tonás, martinetes y carceleras fueron el punto cumbre en la final que determinó quien sería el gandor.
Un segundo premio para Francisco Ocón, de Adamuz, Córdoba, que sabe expresar el cante, pero que no llegó a estar sublime como lo hiciera en el Concurso de Cante Flamenco Silla de Oro, hace ya dos años, en el que se alzó con el máximo galardón. Y desde Linares en Jaen, nos llegó Juan Fuentes, un cantaor lleno de expresividad y que sabe cantar para si mismo, mastica y saborea el cante.
A los tres enhorabuena.



También al resto de finalistas que también se alzaron con algun premio, José León de Mairena del Alcor, Luciano Altamirano de Madrid y Manuel Rubio de Jaen de Torre del www.youtube.com/watch?v=T7a3A6sTTUw

miércoles, 13 de julio de 2011

Y hablando de Cádiz...




CAMARON DE LA ISLA









Camarón de la Isla, José Monge Cruz de cristiano, ha sido el último gran suceso del flamenco: Mil años pasarán sin que otro igual salga, dicen muchos de sus coetáneos. Su entierro fue lisa y llanamente una pasada, asombro de políticos, envidia de bien pensantes. En un país con alma de portera, y con los media pisando a fondo en la carrera de los números, los rankings y los shares, que Camarón estuviera enfermo, que incluso malnacidos quisieran verlo padecer el SIDA, era un buen pan para unas buenas tortas. Sin embargo el isleño se fue sin alboroto: "Omaíta, qué es esto que tengo".
Camarón tenía un cáncer de pulmón, consecuencia del destino y de una vida quizá no muy saludable, pero Camarón ha dejado una huella en el flamenco que crece por minutos.
No le dieron la llave de oro del cante, no llegaron a tiempo, pero el ha hecho, en los últimos tiempos, mas por el cante que todos los expertos juntos con sus libros y sus conferencias.

Es curioso, porque si se analizan los datos oficiales de ventas -en los que ni por asomo figuran las cintas de carretera, verdadero filón de ventas que nadie se ha encargado de poner en orden por aquello de "es muy poco el dinero que dejan", si se analizan los números se ve que Camarón es un artista muy minoritario, con discos históricos -La leyenda del tiempo por ej. sólo cifra en ventas en julio del 92 unos cinco mil ejemplares. Y esto no es compatible con el hecho sabido de que Camarón llegó a tener un caché elevado, llegó a los 3 millones, lo cual es una suma fuerte para un artista solo, el guitarra era pagado aparte. Y ello es porque, aunque la entrada fuera elevada era seguido, especialmente por los gitanos, cuyo instinto musical es el juez final y supremo del flamenco.

La muerte de Camarón, en fin, sobrecogió al país, el corazón de la gente caminante y la despedida tuvo el olor de la de Bienvenida.
Por encima de todo, el gran mérito de Camarón es artístico, sobre todo en sus grabaciones, que es al fin y al cabo lo que el pueblo escucha. Asistir a sus conciertos en la época de los 80 era mas una liturgia que algo conforme a los cánones mas ancestrales del cante. No por él, que solía situarse de forma tímida, sino por la gente. Daba igual que estuviera bien o mal, con frecuencia acortaba el recital, o no acababa de romper, o se hacía esperar mas de la cuenta.
"Vamos a cantar un poquito por alegrías y luego por lo que ustedes quieran". Ese era, invariablemente, el soniquete de Camarón al comenzar sus cantes. Paco de Lucía, el gran guitarrista, decía que tenía que estar, siempre, muy concentrado porque José Monge era una caudal permanente de inspiración. Para quienes no hayan tenido la fortuna de escucharle en directo quedaron dos joyas grabadas, y cuidadas por la técnica, empalmando incluso diferentes conciertos. En dichas grabaciones Camarón supera a sus propios discos.
La rebeldía de Camarón comienza desde muy joven, él no quiso permanecer tiempo en las ventas gaditanas, mendigando unas monedas y recibiendo algún desprecio: la relación con Caracol es harto significativa.
Supo aprender de los viejos, la admiración de Perla de Cádiz es elocuente: me ha cogido los cantes y los ha puesto por encima, supo dejarse llevar: "como tú lo veas, Paco", era una forma corriente de zanjar posibles polémicas artísticas.
Y, además creador, "donde unos metían un ay yo miraba la forma de meter tres". Unido todo ello a un fuerte carisma personal, a una dulzura muy gaditana y a su pertenencia a una raza milenaria siempre nómada y perseguida, Camarón conforma el momento cumbre del flamenco del final de milenio, hay hoyo que cavar. Al tiempo.
CAMARON.

Nace en San Fernando, provincia de Cádiz, el 5 de Diciembre de 1950, y fallece en Badalona (Barcelona) el 2 de Julio de 1992. Residía habitualmente en la Línea de la Concepción, (Cádiz), el pueblo de su mujer Dolores Montoya, La Chispa. Nació en un patio de vecinos, clásica construcción de la gente humilde andaluza, en la calle de El Carmen, en el popular barrio de las Callejuelas.
José Monje Cruz, de apodo Camarón, puesto por su tío José por ser rubito y claro de piel. De chiquillo le llamaban Pijote chico, un hermano suyo, Jesús, es hoy conocido como Pijote de la Isla. Camarón fue el séptimo de ocho hijos del matrimonio formado por Juana Cruz y Juan Luis Monje, éste natural de Conil de la Frontera. Moriría, a causa del asma, cuando José contaba con sólo 12 años.
De crío le dio algún pase a una vaquilla (400 kilos), la misma que lo tiró al suelo, y decidió que aquello no era lo suyo. Estudió poco y mal, como tantos otros flamencos. Aprendió a tocar la guitarra, y no es raro verle en algunas grabaciones de vídeo, en las que aparece distendido, acompañando a la guitarra.
Sus influencias reconocidas públicamente son su madre, la Perla de Cádiz, el Chaqueta y, aunque no con tanta fuerza, Manolo Caracol.

Comienza su vida de cantaor por las ventas de los alrededores de San Fernando, especialmente la Venta Vargas. Además recorría en los tranvías, junto a Rancapino, aquellos alrededores para ganarse alguna perrilla. Su fama, ya de niño, es grande, su madre le tiene que firmar un papel mintiendo sobre su edad (doce años) para que pueda desplazarse a Sevilla - a la feria de 1963, en su primera actuación profesional, en donde le escucharía Antonio Mairena- y luego a Málaga, contratado por Miguel de los Reyes. A la vuelta de Málaga se enrola en varias compañías, entre ellas en la de Juanito Valderrama, pero un incidente le hace volverse a San Fernando y tomar la decisión de irse a Madrid, las noticias que llegan de la capital, propiciadas por el veterano cantaor Chato de la Isla -también cañaílla, que es como se denominan a los habitantes de San Fernando- lo animan en ese sentido.

Se iría a Madrid donde trabajará durante varios años (12) en el tablao de Torres Bermejas, hasta que su figura se agigante y sea contratado para festivales. En ese tablao de Torres Bermejas le conoció Antonio Sánchez, el padre de Paco de Lucía, y también de Pepe de Lucía, entrambos firmaron un largo puñado de temas que cantara Camarón, y que amargamente, al final de la vida del isleño, y en el propio entierro provocaron un barullo sin igual, con acusaciones de ratero a Paco de Lucía. Sólo dos anotaciones: la propia Chispa incluyó en periódicos nacionales una nota exculpatoria, y por otro lado, si el autor de la letra es Pepe de Lucía y canta él mismo su canción no consigue dos ochavos, mas lo que tocaba Camarón, en virtud de sus multitudinarios conciertos y otros derechos de autor era una maravilla. Ahí puede estar el quid de la cuestión: lo legal y lo moral.
Un día, acompañando a su padre apareció Paco de Lucía, "Nos entendimos rápido. A él le interesaban mis cosas y a mí las suyas. No me iba a interesar!". Diez discos fueron el fruto de la colaboración entre Camarón de la Isla y Paco de Lucía, entre 1968 y 1977. En ellos aparece frecuentemente como segundo guitarra Ramón de Algeciras, también hermano de Paco. En estos discos Camarón comienza haciendo los cantes de toda la vida, pero poco a poco irá conformando su estilo personal, extraordinariamente emotivo y con una gran capacidad de comunicación. Camarón comienza a abrir una puerta a todo tipo de publico que, en muchas ocasiones, termina y empieza con el monstruo de la Isla su relación con el cante.

El flamenco, que atravesaba una etapa sin jefatura, muertos Mairena y Caracol, sufre una convulsión que hace que ya nada vuelva a ser igual, y que renazca la polémica consustancial por otra parte en este estilo de vida y estilo musical. Coinciden en el tiempo la aparición de "La leyenda del tiempo" con la de Veneno, un poco anterior, el punk español y de las "Guitarras callejeras" de Pata Negra . Ricardo Pachón, es el productor de esos tres discos míticos.
En "La leyenda de el tiempo" Tomatito es el guitarrista , el primero sin Paco de Lucía, y aunque heterodoxo en la forma el disco suena flamenco. A Camarón ya solo lo parará la canina.

"En Camarón de la Isla estuvo siempre el misterio, quizá por eso fue un personaje misterioso y mistérico, silencioso, callado y humilde, inaccesible y cercano, furiosamente humano, familiar y entrañable" (Enrique Montiel)
"Yo lo único que hago y he hecho en mi vida es cantar, porque es lo único que sé hacer..." (Camarón)
Respecto al jaleo que se monté entre los de Lucía y la familia de Camarón "A raíz de la muerte de mi marido, el irrepetible Camarón de la Isla, han aparecido una serie de comentarios en diferentes medios de comunicación que pueden manchar la relación de gran amistad, cariño y admiración existente entre Camarón y Paco y Pepe de Lucía y su familia. Ante ello me veo obligada a exponer lo siguiente: la familia de Camarón es totalmente ajena a tales murmuraciones y comentarios. La familia de Camarón quiere dejar muy claro que ni ha dudado ni duda de la honradez y el afecto que presidió siempre la relación entre Paco de Lucía y José Monje. Los nombres de Camarón y de Paco de Lucía estarán siempre juntos, como lo estuvieron en vida de mi querido José." (El País)
Camarón artista de artistas

El bailaor Isidro el Mono se encontró a la puerta de un antaño famoso cafetín sevillano, en la Plaza del Duque, a un niño, que era Camarón, chasqueado porque no le dejaban entrar, y le facilitó la entrada. En el cafetín estaban nada menos que Manuel Vallejo, La Niña de los Peines, Pepe Pinto y Marchena quienes cantaron como sólo ellos sabían. Luego cantó el niño que dejó estupefacta a la concurrencia, y Pepe Pinto inquirió: ¨De dónde ha salido este niño?. "Del otro mundo" fue la respuesta del Mono.
Camarón no se plegaba a los señoritos
"Canta niño, coño, no te hagas tanto de rogar". El señorito quería oír a Camarón y en su prepotencia creía que aquello se solucionaba como siempre: poniendo billetes en la mesa.
Pero ni una sílaba salió de su boca. El hombre recogió todo el dinero "de todos los colores" que había puesto en la mesa. Luego Camarón, y su mujer la Chispa hubieron de pedirle dinero al dueño de la Venta de Vargas, donde ocurrió el incidente que narró su mujer.
El entierro de Camarón

En el entierro de Camarón se calcula que hubo mas de 50.000 personas. "Corrían hacia la comitiva batiendo palmas y gritando olé, olé. Muchas personas lloraban abiertamente, otras arrojaban claveles blancos y hubo mas de un desmayo... Ante el desconcierto policial, los gitanos montaron su propio servicio de orden, que tuvo que abrirse paso a patada limpia" (El País, Amelia Castilla, 4.VII.92)
Las mentiras sobre Camarón.
En el libro de Francisco Peregil, editado por El País-Aguilar, se hace mucho hincapié en el morbo. (España es un país de porteras). Aparte de volverte loco tratando de leerlo, de la página 45 a la 50, de ésta a la 46, luego a la 48 y así; nos dicen que tras mas de 4 años sin probar la heroína aún tenía síndrome de abstinencia. Pregunten a un médico si esto es posible y comprenderán que el tono melodramático empleado viene bien para leer el libro pero no se ajusta a la verdad. (Pág. 21, primera edición española, 1993)
Camarón en el extranjero
En marzo de 1988 Miguel Vallecillo contrató a Camarón para que actuara en el Cirque d'Hiver, en París. Como quiera que este le pidió un millón de pesetas aquel andaba apurado, pensando que se le venía la ruina encima. Camarón llenó tres noches -dos mil butacas- y fue portada en Liberation. Y en el publico casi nadie hablaba español.
Camarón y las autoridades

Aunque en su entierro aparecieron autoridades, en la inauguración de canal Sur en la que estuvo Camarón, a los flamencos los metieron en un camerino con una botella de whisky. Cerca andaba Julio Iglesias con toda suerte de canapés y autoridades babeando. Marcharse el sinatra español y largarse los prebostes fue todo uno. Lo curioso es que el propio Julio Iglesias era un admirador tan fuerte de Camarón que quiso grabar con él. Es una anécdota que tras su muerte, un día que se topó al Pijote, un hermano de Camarón, se arrodilló ante él y emocionado, le dijo todo lo que admiraba a Camarón.
Camarón y Caracol

Aunque Camarón declaró en mas de una ocasión su admiración por Caracol, no es menos cierto que su relación fue tensa en determinados momentos, y que durante muchos años tuvieron una cuenta pendiente, entre artistas.
El origen de esta historia se remonta a la niñez de Camarón, cuando le cantó a Caracol, en la Venta de Vargas, a instancias del dueño. La opinión del maestro se ve que fue displicente, un "no está mal". Camarón se lo guardó en el buche pero no olvidó. Como buen gitano se la tenía jurada al maestro. Cuando Camarón estuvo en Madrid cantando en el tablao de Torres Bermejas durante doce años, en ese tiempo fueron muchas las veces en que Caracol quiso que se contratara en el tablao del que era dueño, Los Canasteros. Jamás cedió Camarón. Andando el tiempo (año 69) , y según narra Félix Grande, testigo presencial, Caracol acudió a un homenaje que le dieron en Cádiz a Pericón, y estando en la venta de Vargas ya de madrugada apareció Camarón y cantaron ambos en un pique mundial e histórico en el que aquella cuenta fue saldada. El joven barrió al maestro haciendo que el guitarrista subiera la cejilla, progresivamente, desde el tres hasta el siete (!). Caracol, ya con sesenta años, mantuvo su dignidad y enseñó al discípulo, mas supo también reconocer su error. Y todo ello sin necesidad de hablar, bastó el cante y el lenguaje del cuerpo.
Grabó en total 19 Lps y 176 cantes, unos 50 palos.
Es reconocido públicamente por artistas internacionales de rock, como Bono o Mick Jagger.

ALGUNA RESEÑA PERIODISTICAS A LA MUERTE DE CAMARON
CAMARON DE LA ISLA "EL PAIS"
Muere Camarón de la Isla, el cantaor gaditano que revoluciono el flamenco desde la pureza absoluta
Un cáncer de pulmón ha sido la causa de la muerte del cantaor gaditano José Monge Cruz, Camarón de la Isla, en un hospital de Badalona. Convertido a los 42 años en un genio heterodoxo de su arte, con Camarón muere una forma revolucionaria, y no obstante alcanzada desde la pureza más absoluta, de entender el cante gitano andaluz. Todo el mundo percibió el genio de sus cantes, siempre con ecos trágicos aunque fueran festeros, pero para su pueblo gitano fue Camarón algo más y, en palabras de Enrique Morente, "lo divinizó". Tal vez porque, como dijo hace años Paco de Lucía, "cuando otros cantaores recurrían a letras con temática social, la voz desgarrada de Camarón evocaba por sí sola la desolación de su pueblo". Su fin es por ello el comienzo de una imperecedera leyenda gitana de nuestro tiempo. , Su ciudad natal, San Fernando, recibirá esta noche los restos mortales del artista
La muerte le llegó a Camarón a las 7.10 horas de la mañana de ayer. Desde que empezó a conocerse la noticia, hacia las 10 de la mañana, la centralita del hospital quedó bloqueada. Mientras tanto, al otro lado de la Península, en su ciudad natal, San Fernando, comenzaban a vivirse colectivamente horas de luto. Según el doctor Rafael Rosell, que atendió a Camarón en sus últimas horas, sobre las dos de la tarde del martes sufrió una insuficiencia renal, que comenzaba a remitir cuando de pronto le sobrevino un fallo respiratorio que no superaría.
En la mañana de ayer la familia tramitó el traslado del cadáver a San Fernando. El último que habló con Camarón antes de morir fue su tío Ramón, quien dijo: "Al final sabía que se iba. Estaba triste, pero sereno. Preguntó a Chispa [Dolores Montoya, su esposa] por los críos". Un gitano que acudió al hospital, exclamó: "¡Dios se lo ha llevado pá que le cante!". Los últimos meses del cantaor fueron un constante peregrinaje de hospital en hospital.
El alcalde de San Fernando, Antonio Moreno, ordenó que se colocaran las banderas a media asta, mientras que la peña flamenca Camarón suspendió sus actividades. Camarón, a pesar de universalizar su ciudad natal, conocida también como La Isla, tenía pendiente un homenaje de sus paisanos, que correspondían así a su contribución a la difusión del nombre de esta ciudad de la bahía, situada a 8 kilómetros de la capital gaditana.
Un gitanillo rubio
María Picardo, que regenta la Venta de Vargas, donde inició Camarón su carrera, recordaba ayer, con lágrimas en los ojos, el paso por los famosos cuartos de esta venta de un niño gitano, flaco y rubio, que con su voz comenzaba a encandilar a todos. "Le quería como a un hijo", dijo. "Cuando escuché lo ocurrido, me llevé un pellizco tan grande que me tiene descompuesta".
La noticia corrió como un reguero de pólvora por las calles blancas de La Isla, referente continuo de sus cantes. Antonio Aguilar, presidente de la peña Camarón, dijo: "Permaneceremos en la sede de la tertulia toda la noche. Hasta que llegue José no nos moveremos de aquí".
El féretro con los restos de Camarón saldrá hoy de Barcelona a las 20.00 horas para su traslado en avión a San Fernando, donde llegará sobre las 23.00 horas. Muchos de sus paisanos quieren esperarle en el Puente Suazo, en las afueras de la ciudad, para llevarle a hombros hasta la capilla ardiente.

martes, 12 de julio de 2011

DOS GENERACIONES GADITANAS

MARIA VARGAS

MARÍA VARGAS FERNÁNDEZ, cantaora gitana, más conocida con el nombre artístico de MARÍA VARGAS, nació en Sanlucar de Barrameda (Cádiz). En el año de 1947. empezó siendo muy joven, a los doce años sorprendió a todos la que la oyeron cantar en un homenaje de la Cátedra de Flamencología de Jerez, de sangre cantaora transmitidos de su padre, todos aquellos cantes puramente gitanos, festeros por bulerias y solea. Es una cantaora muy completa, tiene en su haber la Copa Jerez en los festejos celebrados en su ciudad natal, acompañada a la guitarra por su paisano Manolo Sanlucar. Su revelación artística se produjo en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, en 1959, a los doce años de edad, con motivo del homenaje a Manuel Torre y Javier Molina, organizado por la Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces, en el que tomó parte Antonio Mairena y Juan Talega, como muchas figuras consagradas del arte flamenco, entre ellas Rosa Duran. Este mismo año fue premiada en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. A recorrido la geografía española, sus actuaciones en grandes escenarios, como en el teatro Maria Elena de Parla, donde pude saludarla, en los tablaos debutó en Los Canasteros de Manolo Caracol en Madrid. Dispone de una corta discográfica pero muy buena de tener en cuenta por su grandeza, a siendo siempre acompañada por los mejores guitarrista, como lo fueron su paisano Manolo Sanlucar y Paco de Lucia, la cantaora María Vargas tendrá una calle en su tierra natal en la cita, que será hoy en Sanlúcar, a la una de la tarde, estará presente la cantaora a partir de hoy sábado, a la una de la tarde, la cantaora sanluqueña María Vargas tendrá una calle con su nombre, en la nueva urbanización Los Rosales, de Sanlúcar de Barrameda, muy cerca de Bajo de Guía. María Vargas, nacida en dicha ciudad, recibió recientemente el título de hija predilecta y, ahora, será objeto de este nuevo reconocimiento, cuando a la una de la tarde de hoy descubra, en unión de la alcaldesa, el rótulo que da su nombre a una nueva calle. En este acto, la famosa cantaora estará acompañada de numerosos amigos y compañeros artistas, invitados especialmente a dicho acto.
Redacción / Jerez Actualizado 21.03.2009
Emotivo homenaje de Sanlúcar a María Vargas, una de sus artistas predilectas


Esta localidad bautizó con el nombre de la artista una nueva plaza ajardinada
La Sanlúcar de Barrameda del arte y de la cultura, junto con la Sanlúcar agrícola y marinera, vibraron ayer de entusiasmo y de emoción, con la dedicatoria de una nueva plaza a una de sus artistas predilectas. Desde ayer a primera hora de la tarde, una hermosa y ajardinada plaza de la nueva urbanización Los Rosales lleva el nombre de 'Cantaora María Vargas'. El monolito donde figura el nombre de la nueva vía fue descubierto por la alcaldesa Irene García, juntamente con la propia cantaora, de la que la delegada de Cultura del Ayuntamiento sanluqueño hizo una amplia y acertada semblanza. Posteriormente, habló la alcaldesa, que elogió a la cantaora poniendo de relieve sus muchos méritos; y dio finalmente las gracias la artista, que quiso agradecer a su pueblo el homenaje que se le rendía, brindando a los numerosos asistentes varios de sus cantes y canciones, que cerró por bulerías, las que bailó la jerezana Angelita Gómez y otros artistas presentes en el emotivo acto. Desde Jerez, quisieron adherirse al homenaje, asistiendo al mismo, el poeta Antonio Gallardo, autor de los primeros discos de la cantaora; así como el director de la Cátedra de Flamencología, Juan de la Plata, descubridor de la artista, en 1959, y el crítico Pepe Marín, que leyó un poema del poeta jerezano Manuel Ríos Ruiz, dedicado a la homenajeada.
Redacción / Jerez Actualizado 22.03.2009
CARMEN DE LA JARA

CARMEN SÁNCHEZ DE LA JARA, cantaora paya, más conocida en el mundo artístico del cante flamenco por CARMEN DE LA JARA, nació en el barrio de la viña de Cádiz en el año de 1955, comenzó a cantar desde muy temprana edad en su colegio, situado en su barrio de La Viña, así como en reuniones familiares. Desciende de una familia de músicos gaditanos de renombre entre los que se encuentra "El niño de la Alegría". Empieza ganando los más importantes concursos flamencos y a cantar en peñas y Festivales de la geografía nacional, adquiriendo pronto un gran renombre entre los aficionados. Cantaora que domina todos los cantes, está considerada una artista emblemática de Cádiz y ha cantado con la Orquesta Sinfónica de Cádiz " El amor brujo" de Falla, en Teatros de toda España. Fue definida por Fernando Quiñones, como Cantora y Cantaora. Este poeta y ensayista le estaba preparando un disco, del que terminó tres temas antes de fallecer, que Carmen, en su primer disco comercial, los incluye. Uno de ellos da nombre al disco " Arco del Pay Pay", alegrías de Cai, con "Desde la Torre Tavira" guajiras y "Desde mi azotea" (soleá).
Ya figura en los más importantes libros de flamenco así como en antologías. Tiene en el mercado cuatro discos en solitario y otros muchos en colaboración con otros artistas. Su primera grabación la realiza con el sello Gades Serie Flamenco (1988). En la actualidad está grabando un nuevo disco de flamenco con letra de "Fernando Quiñones". Su trayectoria comienza participando en innumerables concursos de saetas, ganando importantes primeros premios; más tarde se incorpora al flamenco consiguiendo los más prestigiosos premios; entre un largo etcétera cabe destacar: 1º premio por "Alegrías" en Cádiz. 1º premio por "Cantes a Compás" en Mairena del Alcor. 1º premio por "Saetas" en Jerez de la Frontera. 1º premio por "Peteneras" en Paterna de la Rivera. 1º premio en el VI Festival Nacional de cante flamenco "Ciudad del Sol" en Lorca (Murcia). 1º premio en el veinticinco Festival de flamenco de "Antonio Mairena". Es una cantaora muy completa, capaz de abordar desde todos lo cantes de ida y vuelta hasta los estilos más puros del flamenco: tonás, seguiriyas, soleares, granadinas, martinete, En el flamenco clásico, ha llevado al cante parte de la obra de Federico García Lorca ("Sevillanas del Siglo XVIII", "Nana de Sevilla", "¡Anda Jaleo!", "El Romance de las Tres Morillas", "El Café de Chinitas", "El Romance de Don Boyso"... y "El amor brujo" de Manuel de Falla("Danza del Juego del Amor"), "Canción del Amor Dolido", "Canción del Fuego Fatuo"...). Con esta última ha representado a Cádiz en Sant Malo ( Francia), acompañada de la Orquesta Provincial de Cámara "Manuel de Falla"(Cádiz). No hay que dejar atrás sus diversas actuaciones por España con la mismas obras antes mencionadas, la cual sigue representando con gran éxito .Actúa habitualmente en televisión así como en los mas importantes festivales de flamenco tanto en España como en el extranjero, cosechando grandes éxitos de crítica y público.

Carmen de la Jara, distinguida con el premio Tío Luis de la Juliana
La cantaora gaditana Carmen de la Jara, en una de sus actuaciones. /José Braza. La racha de las cantaoras gaditanas continúa. Tras el premio Miguel Acal que el Congreso Internacional de Arte Flamenco entregará el próximo mes de septiembre a Mariana Cornejo, ahora es Carmen de la Jara la distinguida con un galardón. Se trata del premio Tío Luis el de la Juliana que otorga el Colegio Mayor Universitario Isabel de España. Este centro, que es un adelantado en la programación de flamenco en la capital del reino, comenzó su actividad en 1969, de forma casi paralela al San Juan Evangelista, que es más popular. Fueron José Menese, con Melchor de Marchena, y Enrique Morente, con Montoyita, los primeros invitados a una programación que por entonces dirigía Manuel Ríos Ruiz. Desde ese año, se acumula casi medio siglo de unas actividades flamencas en las que ha primado rigor y continuidad: cursos, conferencias y actuaciones de artistas que, con el paso del tiempo, serían de primer orden nacional. Un completo detalle de todos estos años de envidiable vida se puede encontrar en la dirección web cmisabel.com, donde se encuentra el documento 50 años de flamenco insondable y eterno. Pues bien, este Colegio Mayor organiza anualmente, desde el curso 1998-99, un festival que lleva el nombre del legendario cantaor jerezano y, dentro de él, se otorga el mencionado galardón honorífico a una personalidad del flamenco en reconocimiento a una trayectoria magistral en la interpretación de este arte. El galardón Tío Luis el de la Juliana ha sido concedido hasta la fecha a las siguientes personalidades del flamenco: María Vargas, cantaora, año 2000; Manuel Santiago Maya Manolete, bailaor, año 2001; Calixto Sánchez, cantaor, año 2002; Luis Pastor, guitarrista, año 2003; Inés Bacán, cantaora, año 2004; Fernando Terremoto, cantaor, año 2005 y Víctor Monge Serranito, guitarrista, año 2006. Una nómina, como se ve, muy variada de premiados, algo que no es casual. Para Ángel Lacalle, coordinador de la programación flamenca de la institución, los premios quieren ser así de abiertos, "sin adscripciones a escuelas, regiones ni nada, porque el flamenco es universal". Pero, sobre todo, con este galardón -añade Lacalle-, "aunque se premia una trayectoria, no se trata de reconocer una carrera artística ya concluida, sino la de alguien que está en un buen momento y a la que se apoya con este premio a modo de empujón para dar el salto definitivo. No es, pues -insiste-, un premio para un artista ya acabado, sino para alguien que todavía tiene muchas cosas que hacer, como es el caso de Carmen, que tiene, además, una trayectoria muy variada". La cantaora reconoce que el premio la ha cogido por sorpresa, a pesar de que ha sido invitada en dos ocasiones por esa institución y admite que estos reconocimientos gustan y "ayudan a superarte". Pero, sobre todo, Carmen valora el hecho que el premio venga de Madrid -adonde tanto acude y siempre con los cantes y estilos de Cádiz por delante- y de los críticos de allí que, de esta forma, demuestran que la quieren. Carmen de la Jara se encuentra en un momento dulce de su carrera que está marcado por su regreso al flamenco después de las experiencias discográficas con el malogrado productor Diego Ibáñez. La cantaora se halla ahora ilusionada con una multitud de proyectos con los que dice no querer defraudar ni a Cádiz ni al flamenco. Entre ellos ocupa un lugar especial la preparación de una grabación que quiere dedicar al rescate de los estilos de El Mellizo y otros cantaores antiguos de Cádiz. Mientras el proyecto se hace realidad, sigue con su cargada agenda de compromisos entre los que destaca la exaltación de la saeta que este año ha sido invitada a hacer en la Catedral de Oviedo.
Sábado, 10 de Noviembre de 2007. Fermín Lobatón.
A la búsqueda de las formas primitivas Carmen de la Jara plasma en un doble Cd la investigación de Antonio Barberán sobre los cantes de Cádiz y los Puertos
A la cantaora hacía tiempo que le rondaba la idea de grabar un disco con estilos exclusivamente de Cádiz. Por su parte, el investigador gaditano Antonio Barberán llevaba años estudiando en discos antiguos y en archivos las formas primitivas del cante de Cádiz y los Puertos, convencido como está de que los estilos de esta zona constituyen un único ente cantaor frente al de otros lugares como Jerez o Triana. Las ganas y la capacidad de adaptación de ella, junto a la tenacidad de él, se han visto por fin plasmadas en un trabajo que hay que calificar de intenso y exhaustivo, una grabación que sus autores califican de investigación musical. Se trata de un doble Cd en el que se reúnen decenas de estilos que remiten a cantaores y cantaoras de la zona. Cada uno de ellos se encuentra, además presentado con una explicación detallada de su elección y sus correspondientes letras. Este capítulo de las letras ocupa un lugar primordial en la investigación, pues -como explica Barberán- "se ha intentado casar los estilos con las letras originales del siglo XIX". Para ello, además de las fuentes discográficas propias (más de cuatro mil discos de pizarra), el investigador se ha basado en "fuentes hemerográficas y literarias", siempre con la finalidad "de acercarse lo más posible a las formas de esos estilos en el momento en que empiezan a emerger", porque el cante, añade, "tiende a contaminarse y cada autor le va dejando su propia impronta, pero aquí se trataba de acercarse lo máximo al modelo original y más antiguo. Se han buscado, así, las formas más primitivas y las letras más cercanas al tiempo en que se cantaron". En ese sentido, Barberán tiene una justificación para cada uno de los cantes elegidos y asignados a sus creadores, lo que a su vez es muestra de la metodología que ha seguido en su estudio. Sirva como ejemplo, entre otros tantos que acumula en su discurso, el de la seguiriya de El Viejo de la Isla tomada de la versión registrada en pizarra a principios del siglo XX por el Niño de la Isla, que -según su criterio- reproduce la del anterior. O la también seguiriya Venta Molero, conocida a través de Juan Talega, que atribuye a Tomás El Nitri. El objetivo del trabajo es "asentar o agrupar los distintos cantables y estilos nacidos en el ámbito de la Bahía gaditana, al objeto de que las generaciones presentes y futuras conozcan, valoren y conserven los cantes a los que la flamencología denominó acertadamente de Cádiz y los Puertos". Ese "y" -subraya Barberán "es copulativo, pues estos lugares -La Isla de San Fernando, Puerto Real, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda, junto con la capital- gozan de una forma propia de cantar unos estilos comunes debido al tráfico marítimo que compartían. Y, con el tiempo, devienen en formas cantaoras idéntica entre sí y distintas a las de otras zonas". También en el trabajo subyace la intención de sacar a esta tierra del encasillamiento que supone asociarla exclusivamente a cantiñas y alegrías, "cuando Cádiz -afirma el investigador- tiene una amplia y variada riqueza de cantes también dramáticos". Es esa una de las ideas que defiende Ramón Soler Díaz, una de las tres autoridades que han sido invitadas a escuchar la obra y opinar sobre ella en el librillo que la acompaña. Los otros dos son Luis Suárez Ávila, quien defiende el valor de esta tierra como "territorio fundador del cante y además con una enorme fuerza expansiva demostrada", y Manuel Martín Martín, que afirma que "Cádiz está repleta de nombres legendarios que crearon obras maestras, tesoros que son las joyas de la corona del cante gaditano y que no podían dormir el sueño de los justos en la fonoteca de la memoria". Efectivamente, es lo que se pretende con este trabajo que no aspira a tener carácter comercial, sino, por el contrario, a huir de sus premisas. Sacar del olvido a estilos y autores para que sean patrimonio de todos y enseña de los cantaores de la tierra. Como afirma Barberán, "este disco no aspira a ventas, su única pretensión es la vigencia". Grabado y mezclado en los estudios "La Cara B" por Jorge Cacheda, el disco cuenta con las guitarras de Antonio Carrión, Juan José Alba, Víctor Rosa y Rafael Trena. Las palmas y jaleos corren a cargo de Diego Amaya, Pedro de Chana, Luisa la de Enrique y Ani Pina. Del trabajo se han editado un millar de ejemplares gracias a las subvenciones de Diputación provincial, Ayuntamiento de Cádiz, Agencia del Flamenco y Antonio Benitez Producciones S.L.
Fermín Lobatón Actualizado 25.05.2009. En la foto, Carmen de la Jara y Antonio Barberán.